Priest: El Vengador

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

Sacerdotes Cool

Basada en el comic del dibujante Hyung Min-woo, Priest: El vengador (Priest, 2011) es una entretenida vuelta de tuerca sobre las ya habituales franquicias de cazadores de vampiros. Aquí son sacerdotes los cazadores –los priest del título original- que además andan en moto por el desierto, mientras que los vampiros, seres despreciables que se transportan en tren. Mensaje cristiano pero con onda.

Paul Bettany interpreta con gran solvencia al cura cazavampiros marginado de la sociedad por el clero de turno. Monseñor Orelas (Christopher Plumier) expulsa de la ciudad al guerrero por violar la Ley “desobecer a la iglesia es desobedecer a Dios” y éste parte hacia el rescate de una adolescente secuestrada por vampiros. Para ello cruza el desierto junto al sheriff (Cam Gigandet) y a otra sacerdotisa guerrera (Maggie Q).

La estructura de Priest: El vengador es la de un film de acción. Un objetivo simple, rescatar a la adolescente, un oponente importante (la iglesia) y el mal materializado en un ejército de vampiros. Toda la teología religiosa viene a darle sabor a una historia en la cual la estética visual es lo más destacado.

La recreación de un mundo con códigos propios -con una interesante iconografía católica visualizada en edificios, monumentos y confesionarios góticos- impone un escenario sombrío a la historia. La iluminación aporta mucho a diseñar estos faustosos decorados futuristas. Por contraste, el desierto amplio y desolado, es el lugar de la luz, donde las leyes y códigos del mundo no existen. La estética aquí planteada se asemeja más al western.

Priest: El vengador tiene todos los condimentos necesarios para desplegar una nueva franquicia de vampiros: un protagonista rudo, de pocas palabras pero con ganas de salvar al mundo, unos alucinantes escenarios, un villano con filosofía, y el universo cristiano de contexto.

Es divertido ver a los sacerdotes rezar antes de descuartizar vampiros, o abrir La Biblia para sacar las filosas armas que se esconden dentro de ella. Estéticamente los sacerdotes son personajes con mucha onda, portando un estilo dark -borsegos negros, campera de cuero, etc.- y una cruz tatuada en la frente, a bordo de sus motocicletas. Pero lejos de dar un mensaje religioso, el fin último de la película es entretener y ser un éxito de taquilla. Y sin rezarle a nadie para conseguirlo.