Preciosa

Crítica de Pabela - La Cinerata

Durante el transcurso de la filmación de Precious quedaron en el camino: un editor, un director de arte, 3 jefes de locación, dos productores, dos asistentes de director, dos sonidistas, dos "caterers" y la lista sigue. Me pregunto si en algún momento Lee Daniels se habrá preguntado si no era esa una señal para dejar este proyecto a un lado o, como buen capricorniano, seguramente habrá hecho caso omiso de ese sentimiento para luego regodearse en que su testarudez lo llevó por buen camino ganando los festivales de Toronto, Sundance y varias nominaciones entre ellas para el Spirit Award o las 3 categorías del Globo de oro que nos compete: Mejor Film, Mejor actriz (Gabourey 'Gaby' Sidibe) y Mejor actriz de reparto (Mo'Nique).
No caben dudas, y realmente como docente puedo dar fe de esto, que la vida de Precious es lamentablemente la vida de muchas adolescentes de 16 años que sufren abusos tanto físicos como verbales y que eso desde ya les dificulta su aprendizaje, su relación con el resto de la sociedad y las aspiraciones con respecto a su futuro. Ni hablar si todo eso lo condimentamos con el sinsabor de no encajar en los cánones estéticos de los pares o sociedad en general donde el sentido de pertenencia y referencia se hace tan importante en una edad donde el desequilibrio emocional es de por sí natural: se es chico y grande al mismo tiempo y tratar de definir cuándo ser uno o cuándo, otro marea a quien más; una edad en la que la guía es tan importante como comer o beber.
También es indudable que si el film logra mantenerse en pie es por las actuaciones de sus protagonistas- sorprenden las participaciones escuetas de Lenny Kravitz y Mariah Carey- pero la dirección desfallece en un intento de mostrarnos todo y cuantos ejemplos de marginalidad, pesadumbre y sujeto de discriminación pueda pasarsele por su cabeza: negros, analfabetos, abusados, madres solteras, latinos, inmigrantes, sidosos, lesbianas, todo empaquetado en un guión que no se decide si está contando la difícil vida de una muchacha que finalmente puede levantar cabeza por sí misma- que a priori es lo que parecería querer vendernos el film- o si la cosa pasa por la inutilidad de los servicios sociales de un país aparentemente organizado, si el tema es en sí el racismo, o si todo eso licuado fue expresamente colocado para la gracia de un publico que busca el drama fácil y manipulador. Considerando que el film viene amparado por Oprah Winfrey se entiende que la película aparente un enorme cúmulo de historias dignas de cualquier reality con las manifestaciones típicas de tales: gritos e insultos a mansalva, llorisqueos forzados, líneas "emotivas" y demás.
Precious podría llamarse Pretentious. Un film que se ha contado muchas veces pero no de maneras tan dispersas, sin tantos hilos que terminan por no unirse nunca. Comienzan con una niña que no puede leer ni escribir, que evade su realidad con incontables fantasías (que en este film en particular resta profundidad a la trama al ser mostradas) y que de a poco se va desvirtuando a la historia de una niña que lucha por recuperar a sus hijos y desprenderse de su inestable y violenta madre.
Un film que en definitiva podría tener mucho para emocionar pero su forma narrativa y sus estereotipos insufribles dejan frío y hasta indiferente. Una hora cincuenta que se llegan a ser eternas.