Preciosa

Crítica de Javier Firpo - La Razón

Los contrastes de la vida

Nominada a seis premios Oscar, el jueves se estrena una historia tan demoledora como veraz, sobre una adolescente obesa, analfabeta, ultrajada por su padre y por su madre, pero dueña de una enorme fortaleza interior.

La mamá le pega con furia, la insulta hasta reducirla a escombros; tiene un hijo down cuyo padre es su propio padre, que la volvió a embarazar; además es analfabeta, pesa 130 kilos, devora comida chatarra que roba porque vive entre la mugre y la pobreza. ¿Algo más? Sí, se llama Preciosa, aunque cueste creerlo.

El jueves se estrena este film titulado "Preciosa", que es de esas historias sin anestesia, que cachetea al espectador una y otra vez. No es apta para públicos sensibles, ya que dejará sin aliento a unos cuantos debido a la aspereza de un relato que describe el calvario de una chica de 16 años, víctima de un ensañamiento emocional y psicológico no muchas veces visto en cine comercial. Amada y odiada por igual, la expresión "es demasiado" será más que repetida. Activistas de la comunidad negra alzaron su voz en contra del film, porque el rol del hombre queda defenestrado.

Con realismo y crudeza, "Preciosa" obligará a comprender que lo que le sucede a esa chica es una radiografía de la realidad, aquí, en el Bronx, en Angola o en la India.

Actuando por un sueño

Dirigida por Lee Daniels, que estuvo detrás de impresionantes films dramáticos como "El hombre del bosque" (Kevin Bacon) o "Cambio de vida" (Halle Berry), "Preciosa", nominada a seis premios Oscar, es una cinta intimista que retrata la bestialidad y la irracionalidad de la naturaleza humana, las cuales impactan de lleno en esta chica que desde la entrega de los Globos de Oro, el mes pasado, resulta una cara cada vez más conocida.

Pensar que hasta hace un par de años, Gabourey Sidibe, afroamericana, de 26 años, era telemarketer, pero un impensado casting, al que concurrió por insistencia de terceros y sin tener ningún tipo de preparación actoral, giró su vida 180 grados.

Y hoy, esta muchacha de tamaño king-size está cerquísima de encaminarse al escenario para retirar la estatuilla más preciada, y desbancar a pesos pesado como Meryl Streep, Sandra Bullock y Helen Mirren en el rubro Mejor actriz. Algo similar podría suceder en el rubro Mejor actriz de reparto, donde, entre la glamorosa Penélope Cruz y las consistentes Vera Fármiga y Maggie Gyllenhaal, irrumpe, como una piedra en el zapato, Mo'Nique, quien encarna con fascinante perversión a la demoníaca madre de Precious. Mo'Nique viene de quedarse con el Golden Globe.

Como se analiza en la columna de la página 2, "Preciosa" es la convidada de piedra, la Cenicienta de los Oscar, la película políticamente correcta que tiene detrás, en la producción, a la popular Oprah Winfrey, y cuya trama -deliberadamente o no, vaya uno a saber- calará hondo. Todo esto la hace favorita y un dolor de cabeza para otros films y actores candidatos.

Sin llegar a los momentos de mayor zozobra del film, en muchos aspectos, la vida de Preciosa y de la actriz Gabourey Sidibe tienen algunos paralelos. En la reciente entrega de los Golden Globe, Sidibe reconoció que nunca imaginó que pudiera ser actriz, porque, señaló, las chicas como ella (léase negra, gorda, pobre y habitante del Harlem neoyorkino) que lograron el éxito se pueden contar con los dedos de una mano.

"Me acuerdo de toda la gente que me decía que no lograría nada en la vida hasta que perdiera peso, y de todas esas chicas que se ven feas y se avergüenzan de sí mismas", afirmó la flamante actriz, que estudió psicología, faceta que le ayudó y mucho para entender la filosofía del personaje que encarna y su tenebroso entorno.

Y con una sonrisa tierna, esta hija de padre taxista y madre cantante dejó en claro que ella y Preciosa son diferentes. "Yo me dejo ver, y ella quiere esconderse, ser invisible". De todas formas, admitió cuán difícil le resultó luchar contra su aspecto, eje de numerosas cargadas en la escuela, discriminación en la vida cotidiana y pérdidas de trabajo.

Entre tanto bajón, el logrado film ofrece dos gratas sorpresas entre los integrantes de su elenco: las actuaciones de Mariah Carey y Lenny Kravitz, quienes componen -a cara lavada y sin el brillo que suele rodearlos como cantantes- de manera sobria y realista a una asistente social y a un enfermero que resultarán pilares indispensables para que Preciosa, con una férrea voluntad mediante, salga adelante.

Vale la pena una frase de la propia Sidibe para entender este milagro impensado: "Espero seguir actuando. Le demostré a Hollywood que, aunque no soy rubia ni visto talla menuda, puedo protagonizar una película. Ojalá tenga la chance de hacer comedia o una historia de amor''.