Porfirio

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

En busca de la felicidad

En Colombia, el pueblo vive (o sobrevive) con labores que dejan apenas un pequeño margen para comer, pagar alquileres y educar a los hijos. En ese micromundo se desarrolla la vida cotidiana de Porfirio, un hombre de bigote incipiente y labios gruesos que debe desplazarse en una silla de ruedas, que para él es no sólo el soporte de su cuerpo, sino también el apoyo de cada una de sus acciones.

Con un teléfono celular que pende de su cuello y al que alquila a sus vecinos para todo tipo de llamadas, Porfirio desea que el Estado lo apoye en la aventura casi quijotesca de lograr que contemplen su estado físico y lo ayuden económicamente. Pero ese Estado es sordo y burocrático, y ese hombre deseoso todavía de ser útil decide tomar la justicia por su propia mano y por medios nada convencionales. El director y guionista brasileño Alejandro Landes, que con Cocalero (2007), su primer largometraje, logró importantes premios internacionales, sitúa su acción dentro de ese marco de terror que vive el pueblo colombiano y del que Porfirio es un claro exponente. Siguiendo el derrotero cotidiano de su protagonista, el realizador se detiene en momentos aparentemente callados, banales entre la tragedia y lo humorístico.

Rodada con medios artísticos y técnicos que dejaron de lado lo grandilocuente y lo melodramático, Porfirio es, a la vez, un film simple en su capa externa y duro en la pintura de ese hombre que deja pasar sus días con el convencimiento de que, alguna vez, alguien lo mirará con ojos compasivos y comprenderá su dolor y su deseo de ser útil a pesar de sus piernas muertas. El elenco logró hacer de esta trama un bello retrato de alguien que desea seguir sirviendo a los demás y un abrazo fraternal a todos quienes están persiguiendo un sueño al parecer inalcanzable. La guerra colombiana es, aquí, el marco de esta historia. Pero el eje principal es ese Porfirio que lucha por ponerse de pie y gritar un triunfo que tiene escondido en su garganta desde hace mucho tiempo.