Poder sin límites

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Superhéroes sin Sermón

"Poder sin Límites" es una propuesta conocida pero distinta, es decir, las historias de "cámara en mano" hace rato que vienen atacando la gran pantalla, desde su precursora más comercial "El Proyecto Blair Witch" pasando por un sin fin de películas de terror, hasta "Cloverfield", historia que en este formato presentaba efectos visuales espectaculares. En este caso, el director debutante Josh Trank nos ofrece una cinta de superhéroes (o anti héroes) "filmada por ellos mismos" al descubrir que han adquirido espectaculares poderes al ingresar a una cueva misteriosa en una noche de fiesta y borrachera.
Lo original y atractivo de este trabajo tiene que ver con la cercanía que presentan los protagonistas con el espectador. Son 3 jóvenes como cualquier otros, medios boludones, terminando la secundaria, con sus problemas particulares y sin ninguna historia trágica o heroica que les haya hecho merecer sus poderes. Poco a poco irán descubriendo todas las cosas fantásticas que pueden hacer con sus nuevas adquisiciones atrayendo al público a una relación de complicidad que resulta divertida y vertiginosa. Como toda película debe tener un nudo, las cosas se irán saliendo de control cuando uno de ellos intente "solucionar" por mano propia los problemas que aquejan a su familia y él mismo, poniéndose en contra de sus propios amigos.
¡Ojo! no es una superproducción de Marvel o DC Comics, con aires de heroísmo y grandes efectos visuales, sino que es un producto con varios matices que lo colocan dentro del Drama, de la Ciencia Ficción, Acción, Terror e incluso Aventura. Hay despliegue de poderes en cámara, de buena calidad pero con alma casera, haciendo hincapié en el relato en 1ra persona y tratando de imprimir ese toque de "realismo" del formato Cámara en Mano.
Creo que "Chronicle" es un muy buen entretenimiento, que se hace tomar en serio sin desplegar pretensiones innecesarias. Una historia distinta de superhéroes que no termina con la bandera de USA flameando detrás del protagonista ni nos quiere sermonear acerca de la vida, sino que su pasión es pasearnos por una montaña rusa de entretenimiento.