Personal Shopper

Crítica de Diego Serlin - Todo lo ve

La actriz norteamericana Kristen Stewart incursiona en el cine europeo con "Personal Shopper", su segunda colaboración con el director francés Olivier Assayas, en un thriller donde el misterio y suspenso ceden terreno al drama existencial de su protagonista.

Personal Shooper es el nuevo film del notable director francés Olivier Assayas, que tiene a la actriz norteamericana Kristen Stewart como protagonista y que se plantea como un extraña mezcla entre el thriller y terror, donde el horror nunca se materializa y el misterio se entrecorta con el drama existencial de su protagonista, pieza fundamental y verdadero eje del relato.

Maureen -Kristen Stewart- es una joven con poderes de médium, que trabaja como asistente personal de compras de una celebridad en París y que llego a la ciudad esperando una manifestación del espíritu de su hermano gemelo fallecido recientemente por una deformación cardiaca que ella comparte y que, en su calidad de médium, no le abandona. Al tiempo que un desconocido inicia con ella una intrigante conversación a través de su teléfono móvil.

Assayas construye un relato en el que el clima fantasmal, con la estética, iluminación, el uso de los silencios y en especial esa extraña y misteriosa conversación por mensajes de texto, sirven de pretexto para exponer el verdadero eje de la trama, una Kristen Stewart -que casi nunca vemos fuera de pantalla, más natural y en su habitual registro acongojado- vulnerable deambulando como una presencia fantasmal por las calles y tiendas de París buscando su identidad en la dicotomía entre el mundo material y espiritual.

Personal Shopper habla del vacío, de la ausencia y la soledad y de paso expone sobre la alienación, la pérdida, insatisfacción, desolación y el aislamiento en una sociedad hiperconectada, pero la historia en si resulta insípida, despojada de un miedo visible y con un desenlace que replantea el resto de la trama.

Assayas, apuesta prácticamente todo a la presencia y carisma de Stewart, apelando a la conexión emocional del espectador con su personaje perdido y solitario y convirtiéndola por momentos en puro objeto de contemplación, pero el misterio y la tensión solo tiene aciertos parciales y los clímax junto a cierto vigor narrativo del género no terminan de imponerse, haciendo de Personal Shopper un film que a pesar de sus aciertos no termina de convencer.