Paula

Crítica de Ezequiel Boetti - Otros Cines

Carla Juri interpreta a la pintora Paula Modersohn-Becker, pionera del expresionismo alemán en tiempos dominados por los prejuicios y el machismo.

Apenas dos semanas después ese homenaje-retrato de Vincent Van Gogh llamado de Loving Vincent, llega a la cartelera argentina otra película centrada en los avatares más oscuros de la pintura. Avatares en los que el machismo y los prejuicios sociales derivados de los parámetros estancos del arte son moneda corriente.

El título es Paula y la figura, Paula Modersohn-Becker. Nacida en Dresde en 1876, la pintora realizó al menos 750 lienzos, 13 estampas y cerca de un millar de dibujos en apenas 31 años de vida. Con el tiempo fue la primera mujer en tener un museo dedicado a su obra en Europa, convirtiéndose en una de las grandes referentes de la primera etapa del expresionismo alemán.

La primera parte del film de Christian Schwochow muestra los inicios de Modersohn-Becker en una escuela donde profesores y compañeros descreen de su talento. Lo mismo que su padre, dispuesto a todo con tal de que trabaje. Los planos elegantes, cierta solemnidad en los diálogos y el regodeo en el diseño de arte y el vestuario decimonónico preludian una biopic al uso plagada de lugares comunes. Y es cierto que algo de eso hay en las dos horas de metraje, pero también que a medida que la protagonista adquiere contornos y gramaje el asunto se vuelve más interesante.

Una vez instalada en París, después de divorciarse de su marido, un pintor exitoso y viudo, Paula -película y personaje- ajusta su sintonía fina. La historia se despoja de su aura melodramática y se adentra en el terreno de la disputa por la instalación de un canon artístico. La lucha de Paula es, pues, tanto una reivindicación de género como de la libertad creativa, aun cuando el costo sea la propia vida.