No le temas a la oscuridad

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Unos pitufos feos y malos

Esta es una remake de un semi olvidado telefilm de los 70 que, al menos visto en la pantalla chica, daba más miedo que esta nueva versión mucho mejor producida y escrita (nada menos que por Guillermo del Toro y Matthew Robbins, director y guionista de clásicos del cine fantástico como «El verdugo de dragones»).

Hay un prólogo de época que ubica la historia dentro de este género y que está entre lo mejor de la película: un tipo bastante enajenado le tiende una trampa horrible a una empleada doméstica, y le hace cosas atroces que incluyen sacarle los dientes para entregárselos a uno seres con vocecitas ominosas que le hablan desde las cañerías.

Pasan los años y en tiempos actuales una pobre nena (Bailee Madison, que actúa bastante bien) tiene que mudarse con su papá, que esta ahí con su nueva mujer terminando la restauración del lugar, famoso por haber pertenecido a un legendario ilustrador de la vida silvestre (el demente que vimos en el prólogo).

Aun restaurada, la casa sigue siendo igual de siniestra, y no bien toma contacto con el lugar, la nena también se relaciona con los extraños seres que le hablan desde un sótano que estaba oculto. El asunto es que los seres sobrenaturales no demoran mucho en darse a conocer, y la verdad es que no son nada amistosos. Podríamos decir que son hadas, duendes, o incluso unos primos horribles y grisáceos de los más amigables pitufos que el espectador encontrará en la sala de al lado del multiplex.

«No le temas a la oscuridad» tiene algunas buenas escenas con imágenes terroríficas, y algunos momentos que realmente asustan (como el primerísimo primer plano de uno de estos duendes mala onda), y cuenta con una formidable fotografía de Oliver Stapleton, además de los típicos detalles estéticos de las películas de Guillermo del Toro.

Pero al director debutante Troy Nixey le faltó un poco de garra para que el asunto pase a mayores, porque en gore, en acción o incluso en alguna profundidad argumental, la película daba para más. Con todo, no decepcionará a los fans del género que sin duda pasarán unos 90 minutos muy entrete