Museum hours

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Nacido en Afganistán hace 50 años, pero radicado en Nueva York, Jem Cohen es uno de los directores más prolíficos, diversos e interesantes del panorama internacional. Su filmografía incluye desde documentales hasta varios videoclips para la banda R.E.M., pasando por decenas de cortos (desde trabajos experimentales hasta registros dedicados a figuras musicales como Patti Smith, Fugazi, Vic Chesnutt o Elliott Smith) y elogiados largometrajes de ficción como Chain y Museum Hours.

Precisamente, Museum Hours -película premiada en los festivales de Locarno y Toronto- se estrena de manera exclusiva en el MALBA (Figueroa Alcorta 3415), donde se exhibe todos los viernes de enero, a las 22; y todos los domingos, a las 18.

Y nada mejor que el cine de un ámbito como el MALBA para albergar a un film cuyo punto de partida es el Museo de Historia del Arte de Viena. Los protagonistas de esta encantadora historia son Johann (Robert Sommer), un ex manager de bandas en la ruidosa escena musical que ahora se desempeña como guardia en la quietud de la sala dedicada a la obra de Pieter Brueghel el Viejo. Allí conocerá a Anne (la compositora canadiense Mary Margaret O'Hara), una mujer de unos 50 años que llega desde Montreal a Austria casi sin dinero ni idea de cómo es el país debido a una emergencia: acompañar a una amiga de la infancia que está en coma en un hospital.

Museum Hours -que tiene bastante puntos de contacto con Antes del amanecer, de Richard Linklater, más allá de que sus personajes son más veteranos que los de Julie Delpy y Ethan Hawke- es una delicada película de encuentros en cafés, charlas entre dos seres frágiles y en crisis, caminatas por las hermosas calles de la ciudad nevada, viajes en el transporte público y reflexiones siempre inteligentes sobre el museismo, la historia del arte, la soledad y la madurez, Viena y el cine. Una pequeña joyita para no dejar pasar.