Muppets 2: Los más buscados

Crítica de Iván Steinhardt - El rincón del cinéfilo

Grandes y chicos convocados para disfrutar juntos el humor sano e inteligente

Desde donde dejaron en 2011, desde allí arranca “Los Muppets 2: los más buscados”. Como si hubieran puesto pausa. Algo ya visto muchas veces pero que es sólo el preámbulo para una de las canciones más irreverentes, disparatadas e irónicas que se hayan hecho sobre la industria norteamericana, clara candidata al Oscar como mejor canción (si es que la academia se banca la crítica).

“Estamos haciendo una secuela / No hace falta caretear / el estudio nos considera una franquicia rendidora / Estamos haciendo una secuela / el estudio quiere más / mientras esperan que Tom Hanks haga Toy Story 4”, cantan todos a coro con Kermit y Miss Piggy a la cabeza. Mientras esto ocurre se despliega una verdadera muestra homenaje de los viejos musicales (esmoquin blanco, sombrero de copa, coreografía de Esther Williams y final a la Chicago incluidos). Los Muppets hacen una declaración de principios al permitirse una risa paródica sobre la máquina hollywoodense de hacer secuelas en desmedro de las buenas ideas.

“Hacemos una secuela / se sabe que segundas partes son lo peor”, sigue uno. Otro de los muñecos aclara: “¿segunda parte? en realidad esta es nuestra séptima película”.

¡Aquí vamos otra vez!

Luego de semejante introducción, la historia que justifica los siguientes 100 minutos gira alrededor de un manager de giras muy famoso (Ricky Gervais) que convence a Kermit (voz en español de Raúl Aldana) de realizar un tour en Europa, pese a la reticencia del grupo ante la falta de un show armado. Mientras tanto, del Gulag se escapa Constantine (también doblaje de Aldana), un villano muy peligroso que, salvo por un lunar en la cara, es igual a la rana. La idea es tomar su lugar y utilizar la gira como pantalla para cometer muchos robos.

Las sub-tramas principales son dos: por un lado en la cárcel de Gulag (Kermit termina allí) la jefa de guardias Tanya (voz en español de Mireya Mendoza) quiere que los convictos (entre los cuales están Danny Trejo y Ray Liotta en su segunda colaboración para una película de Los Muppets) hagan un musical. Por otro, Miss Piggy (voz en español de Eric Jacobson) intenta como siempre casarse con Kermit). La investigación de todo esto estará a cargo de Jean Pierre Napoleon (voz en español de Arturo Mercado Jr.), un inspector a lo Clouseau representando a Interpol y de Sam el Aguila (voz en español de Sebastián Llapur). La dupla por supuesto es tan torpe como desopilante.

Como en toda película de Los Muppets los cameos se multiplican por decenas. Desde Salma Hayek a Tonny Bennet y de Christophe Waltz a Stanley Tucci. Hay lugar para dardos hacia los críticos de espectáculos, la burocracia, los estereotipos y, por qué no, precisamente a los guionistas de secuelas.

“Los Muppets 2: los más buscados” es una gran comedia que no se queda sin nada por decir. Hay momentos en los que la trama se extiende demasiad, pero en definitiva esto se suple con gags y situaciones de humor bien pensados como la guerra de chapas entre detectives, el musical de la cárcel, o la reacción del público europeo, por ejemplo.

Los grandes volvemos a ser chicos junto a sobrinos, hijos o nietos. Reírnos un rato, con humor sano e inteligente. ¿Se puede pedir más? Sí, que hagan la tercera (perdón, octava)