Monsters University

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Monstruos con vocación de nerds

Monsters University”, la secuela de “Monsters Inc”, ratifica que los estudios Pixar/Disney siguen creando historias animadas que combinan buenos guiones, personajes queribles, humor y técnicas de animación perfeccionadas.

Los Muppets tienen compañía. Si usted conoce a las criaturas de Jim Henson acordará que nada en el mundo se pareció a esos muñecos y que ellos lograron algo grande en la televisión y luego en el cine y en otras áreas. Eran desastrosos, tiernos, originales, y nos hacían acordar a nosotros mismos. ¿Qué más se podía pedir de ellos?

Pero aquello ocurrió en 1976 y hoy otro es el entretenimiento estrella de los niños. El cine animado. Y en este rubro Monsters University acaba de meter un pleno y detrás marchan los estudios Pixar y Disney.

Ya se dijo en todas partes. Esta es la precuela de la película que vimos en 2001. Aquí los monstruos están en la universidad, formándose para ser los mejores asustadores del barrio y entrar a trabajar en la fábrica de energía de la ciudad.

Mike Wazowsky y James P. "Sulley" Sullivan están en la nómina de estudiantes, pero tienen por delante un escollo muy importante: los han echado del programa de reclutamiento. Se lo ganaron por pelear entre ellos, y porque la rectora se parece bastante a un mal bicho.

Pero hay una salida. Limarse las garras y las asperezas, y entrar en las "sustolimpiadas" con un equipo plenamente disfuncional de monstruos nerds, como ellos, para ganar la reincorporación.

La propuesta es magnífica porque los contadores de cuentos norteamericanos conocen todos los secretos de las historias de estudiantes. Si a eso le sumamos un genial manejo de la técnica de animación, ya queda poco por agregar.

O eso parece. Porque también alzaron su voz los que, con algo de razón pero un poco de exageración, quieren colar el certificado de defunción de Pixar. Dicen que Disney la devoró porque desde que la compró está haciendo muy buena secuelas y precuelas pero muy poca escuela en materia de imaginación, pues no ha generado historias tan originales como Buscando a Nemo, Toy Story o Wall-E.Queda mucho hilo en el carrete para la historia de Disney y Pixar y por lo pronto hay que celebrar que tras 12 años de espera, haya resultado una película tan cómica, alocada y humana como esta.

La fauna de monstruos se ha ampliado y no tiene desperdicios (ya se los almorzaron a todos). Los temas visitados por el argumento siempre están vigentes. La música es contagiosa (pandémica). Los colores y el coloreado, inspiradores.

Ahora, además de Muppets, hay Monsters para rato.