Monsieur Chocolat

Crítica de Blanca María Monzón - Leedor.com

Biopic de homenaje a una estrella olvidada

Monsieur Chocolat es una adaptación libre de la obra “Chocolat Clown Nègre” de Gerard Noiriel. Esta superproducción, con un gran éxito de taquilla en Francia, narra la vida de Rafael Padilla, quien junto a Georges Footit revolucionara el universo de los payasos, instituyendo para siempre el dúo del augusto y el payaso cariblanco.

Padilla, más conocido como Chocolat, fue el primer artista negro que se consagró como estrella de circo en el París de principios del XX, en plena Belle Epoque.

El film rescata tanto su vida como su obra con la idea de hacer un Biopic con compromiso intelectual y emotivo, con un tema como es el racismo, que va adquiriendo excesiva prominencia a medida que avanza el relato. Aunque mediado por la retórica de la objetividad representada por la historia artística de este dúo. Por lo que los códigos cinematográficos crean una mirada dirigida hacia la historia real, que resulta tanto ética, como política e ideológica. Pero que deviene demasiado pedagógica. Y este es su punto más débil. Ya que -como la superproducción que es – cumple más que satisfactoriamente con todos sus rubros, comenzando por la actuación de James Thièrree, un Footit chaplinesco, que tiene al final del film una de sus mejores escenas. Una reconstrucción de época impecable, y una excelente fotografía que por momentos intenta devenir metafórica. No hay que olvidar que la fuerza productiva reside más en las imágenes que en las palabras, si bien estas son importantes a la hora de ver la evolución psicológica del personaje de Chocolat.

Monsieur Chocolat es un film que homenajea a esta gran estrella olvidada, que tuvo una vida trágica y que fue una víctima del racismo de la época.