Mi papá es un gato

Crítica de Juan Samaja - CineFreaks

Uno más de navidad… pero sin Dickens

Tom Brand es un exitoso hombre de negocios que se lleva el mundo por delante con una vida sentimental y familiar poco menos que desastrosa. Su ballena blanca es la construcción de la torre más grande de Norteamérica, que pretende construir para que su apellido sea recordado por siempre. Divorciado y con un hijo, y vuelto a casar, y con una hija pequeña, el señor Brand se columpia torpemente entre los deberes familiares y los compromisos –siempre prioritarios- de la empresa. Por eso, y como en una especie de karma, en medio de una tormenta quedará atrapado en el cuerpo del gato que ha obsequiado a su hija en el día de su cumpleaños. El señor Brand deberá reencauzar su vida y repensar sus valores para retornar a su cuerpo.