Mi gran oportunidad

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

El joven que quería cantar

Con el estreno de esta película, Mi gran oportunidad, se cuenta la verdadera historia de Paul Potts, un tímido e inseguro joven que sueña con dedicarse a cantar ópera.

Para quienes conozcan la vida de Paul, este largometraje no ofrecerá mayores sorpresas, pero para quienes nunca hayan oído hablar de él, la película tiene una carga emocional irresistible.
David Frankel, el director de filmes como El diablo viste a la moda y Un gran año, cuenta con habilidad, pero sin demasiado vuelo, una historia que se impone por sí misma.
Todo el film está enfocado en el gran clímax, que a su vez es lo que tal vez más personas conozcan.
Por eso, la calidad de Mi gran oportunidad depende de que tan bien impacte ese momento en la audiencia. Su objetivo es ése y lo cumple.
Cuando la emoción debe aflorar, aflora, y se puede decir que la película tiene el mérito de no arruinar aquel gran momento que hizo popular a Potts.
Las herramientas que utiliza previo a ese momento cumplen con todos los lugares comunes habidos y por haber, tanto en lo dramático como en lo cómico, en lo romántico e, inevitablemente, en lo musical.
Pero el espectador que se entregue a la historia sin cuestionarle sus claras limitaciones podrá encontrar lo que fue a buscar: una historia de vida que emociona hasta las lágrimas.
El carisma de los actores hace que la película avance de forma creíble y los curiosos podrán ir a YouTube y comparar lo visto en la pantalla con la historia real.