Mi familia

Crítica de María A. Melchiori - Cine & Medios

Familia muy normal, conflictos muy actuales

Hace dos décadas que las atractivas y a su modo exitosas Nic (Anette Benning) y Jules (Julianne Moore) conformaron una verdadera familia. Se aman, se respetan y llevan adelante con bastante éxito a sus dos hijos, Joni (Mia Wasikowska) y Laser (Josh Hutcherson), concebidos gracias a la inseminación artificial. Con sus conflictos y sus lucimientos personales, los adolescentes aportan a sus madres la misma alegría, las mismas preocupaciones que cualquier otro chico de su edad.
Pero a la inteligente Joni no se le ocurre mejor idea que, cumplidos los dieciocho años, emprender la búsqueda del padre biológico. Y en este predicamento logra dar con Paul (Mark Ruffalo), dueño de un restaurante y de una personalidad jovial, peligrosamente encantadora. Cuando este nuevo elemento se incorpora paulatinamente a la familia, comienzan otro tipo de problemas, absolutamente inesperados, que ponen a prueba el delicado equilibrio de esa estructura práctico-afectiva.
Más allá de las críticas que podrían realizarse basadas en cuestionamientos a la elección de los conflictos y el choque con lo que las premisas parecen prometer (palabra clave: parecen), lo relevante en términos cinematográficos es la forma en que la directora Lisa Cholodenko presenta estos conflictos. Nada menos que poniendo de relieve que cualquier familia es permeable a cualquier tipo de situación que involucre su condición de ser humanos: la inmadurez emocional, la traición, el desgaste, la desilusión.
En este sentido, basándose en un guión sólido y en las muy buenas actuaciones de todo el elenco (particularmente el trío protagónico: Moore, Benning y Ruffalo), podemos sostener que estamos frente al primer producto cinematográfico de alcance masivo que pone sobre el tapete una realidad que hasta ahora no fue develada en la pantalla desde el ángulo que propone Cholodenko. Las familias disfuncionales no se limitan a una estructura tradicional, y está bien que así se muestre, sobre todo en momentos donde la familia de padres del mismo sexo se encuentra en el momento clave de su reconocimiento por la ley, no sólo de hecho.