Mi familia

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Si está película hubiera tenido actores un poco menos conocidos, no tengo dudas que hubiera pasado totalmente desapercibida por los cines norteamericanos.
Mi familia es un film con muy buenas intenciones.
En un país donde el matrimonio gay y la posibilidad que las parejas de un mismo sexo puedan criar niños es visto todavía como cosas del Diablo, esta producción brinda un mensaje poderoso.
La directora Lisa Cholodenko retrata claramente que las parejas gays viven las mismas experiencias y aprendizajes cotidianos a la hora de criar chicos que las familias heterosexuales.
Eso está muy bien trabajado y es lo mejor de la película.
Que los actores brinden buenas interpretaciones no sorprende demasiado porque son todas artistas de primera línea. Tal vez la que más llama la atención es Mia Wasikowska, quien recién comienza su carrera en el cine y tiene momentos excelentes en la historia.
Ahora bien, en lo personal creo que la película que venía bárbaro en la primera parte decae por completo cuando Juliane Moore se acuesta con Mark Ruffalo.
Me pareció un giró totalmente forzado, burdo y cliché donde la directora generó un conflicto de la manera más fácil porque no tenía la más puta idea cómo seguir explorando las relaciones de todos los personajes.
Es cualquiera que una pareja de lesbianas maduras que están juntas desde hace varias décadas y tienen hijos adolescentes de un día para el otro tengan un conflicto en su relación por un tipo.
Poner al personaje de Ruffalo como antagonista de los personajes principales me pareció al pedo y creo que se podía haber trabajado los problemas emocionales de la mujer que interpreta Julianne Moore desde otro lugar.
Es como que Mi Familia tiene por momentos una mirada sexista de las lesbianas, como si en el fondo necesitaran la atención permanente del hombre.
Inclusive en las escenas sexuales se puede percibir esto. Los momentos de intimidad de Annette Bennig y Julianne son light y hasta graciosos, mientras que los encuentros sexuales de Moore y Ruffalo son más fogosos y apasionados como si el personaje de Moore fuera gay porque no había encontrado el tipo adecuado hasta ese momento.
Creo que la relación de los chicos con el hombre que aportó el esperma para su concepción perdió fuerza cuando encaminaron la trama por ese lado.
Lo que me queda claro es que si la misma película la dirigía Kevin Smith, al gordo lo hubieran acusado de cerdo sexista y machista, pero como detrás de cámaras hubo una mujer resulta que es una comedia inteligente y sensible que ahora la piden para el Oscar.