Mazinger Z Infinity

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Celebrando el 45 aniversario de su nacimiento, "Mazinger Z: Infinity" de Junji Shimizu es un golpe al corazón nostálgico de los seguidores del personaje. Antes que Dragon Ball y la popularidad de Miyazaki y Studio Ghibli, hubo un manga y un animé que fue furor en el mundo entero. Antes que "Evangelion", "Transformers", los "Go-Bots", "Robotech", y "Titanes del Pacífico", hubo otro robot gigante que lucho por la supervivencia de la humanidad.
En 1972 Go Nagai cumplía su sueño de homenajear a su idolatrada "Tetsujin-28 Go", y publicaba por primera vez en la prestigiosa "Shōnen Jump", el manga "Mazinger Z". A fines del mismo año, las palabras mayores de Toei Animation presentaban la serie animada. El resto es historia.
Se cree que Mazinger Z ideó, o popularizo, la idea de los mecha, robots tripulados por un humano en su interior, como si fuesen grandes vehículos o armamentos.
Tal es el peso de su fama y prestigio. Mazinger es sin duda un ícono de la cultura moderna, un emblema del pop japonés, y es imposible no mencionarlo junto a figuras como Godzilla o Meteoro cuando hablamos de personajes representativos de ese país. Después de él, vinieron los demás.
No debe haber hoy adulto, chico en los ’70, que no haya pasado una tarde frente al televisor viendo sus aventuras. A lo largo de los años, vinieron nuevas aventuras en manga y animé para el personaje, que fueron contando, de modo dividido, con la aceptación y el rechazo de los fans. Pero no se cumplen 45 años todos los días, por eso, la Toei animation prende los motores nuevamente para presentar no tanto una nueva versión, como una continuación de la historia del personaje, "Mazinger Z: Infinity".
No fanáticos, háganse a un lado. Algunas palabras para los entendidos. "Mazinger Z: Infinity" se basa en los animé, y sigue las dos primeras series Mazinger Z y Gran Mazinger; olvídense de UFO Robot Grendizer. Después de este párrafo ¿neófitos siguen ahí? En fin, sigamos poniéndolos a prueba. Pasaron 10 años desde que Mazinger Z venció al Dr. Infierno/Hell y finalmente reina la paz total en el mundo, al mando de una nueva ONU. El otrora piloto Koji Kabuto siguió el linaje familiar, y ahora es un científico dedicado a la investigación.
En la profundidad de la tierra, en el Monte Fuji, encuentran una nueva forma de energía fotónica conocida como Infinity. En las manos adecuadas, esta puede traer todo tipo de avances, en las manos equivocadas puede ser terrible.
Sayaka se encuentra el frente del Nuevo Instituto de Investigación que pretende darle un uso pacífico al descubrimiento como una fuente de energía pacífica. Mientras que dentro del Infinity encuentran a Lisa, una androide avanzada que tomará a Koji como su mentor.
En la base del Nuevo Instituto en Texas acontece un atentado a cargo del Barón Ashura, que logra tomar posesión del Infinity y pone en peligro la vida de Tetsuya Tsurugi, hermano adoptivo de Koji, y piloto del Gran Mazinger. Sí, Koji se verá obligado a entrar nuevamente en acción, y contará con la ayuda de Lisa. Habrá que sacar del museo en el que reposa al inigualable Mazinger Z. Aún aguardan más sorpresas. ¿No entendieron nada? ¿Aún están ahí?
Es que "Mazinger Z: Infinity" está hecha exclusivamente para fanáticos, o por lo menos seguidores, del personaje, y asume total responsabilidad de ser un fan service absoluto. No hay acá reparo en explicar, ni en introducir a los recién llegados.
Las bases están bien sentadas en más de cuarenta años de historia. Desde la secuencia previa a los títulos, que funciona a modo de adelanto, quien haya ido con verdadero conocimiento de causa empezará a aplaudir; y habrán pasado muy pocos minutos para que comience la introducción, corran los títulos, la canción icónica , y suframos riesgo de un ataque al corazón. Mazinger Z no es el primer animé en tener su “revival”. Para hablar de los más populares, "Dragon Ball" y "Los Caballeros del Zodíaco" los tuvieron hace poco.
Pero a diferencia de estos, sobre todo del de Los Caballeros del Zodíaco, en "Mazinger Z: Infinity" pareciera que el tiempo no ha pasado, no hay una actualización notoria, más allá de un pulido en la animación. Tampoco significa que es un capítulo más, estirado, a modo de lo que sucedió con Dragon Ball. En "Mazinger Z: Infinity" la palabra homenaje está presente en cada segundo.
Cada aparición, cada frase que recuerde a algo, se festeja como un gol de media cancha. Habrá que estar atento para ver todos los guiños que nos tienen preparados, desde la triada de villanos, hasta los personajes secundarios, y las pequeñas apariciones y frases arrojadas “al azar”. Pero atención, estos homenajes no se notan forzados, sino perfectamente ensamblados, no responde a esa idea de apelar a la nostalgia visual para tapar huecos, todo es funcional.
Es más, los únicos momentos que pueden llegar a “descolocar” son las pequeñas actualizaciones o modernizaciones. El paso de la animación 3D en las escenas de combate no es del todo prolijo (por suerte abunda la animación tradicional aún en las peleas), y una carga sexista moderna extraña (aún para Mazinger Z que ya la tenía) es lo único que huele raro.
Por lo demás, "Mazinger Z: Infinity" puede ser el paraíso para los fans. Todo está ahí, la simbología y ambigüedad entre Dios o Demonio, los mensajes ecologistas, y el debate de utilizar una figura heroica como propaganda militar. Todos mensajes que vistos hoy con los ojos adultos penetran mucho mejor.
Hay humor efectivo, hay acción de la buena, y una historia interesante bien desarrollada que no se siente como mera excusa. "Mazinger Z: Infinity" es consciente de la fama icónica de su personaje, y lo toma a su favor para entregar todo lo que el espectador promedio de esta película va a querer ver. Esta experiencia puede ser una fiesta de nostalgia.