Más allá de la montaña

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

"Más allá de la montaña", de Hany Abu-Assad, apela a más lugares comunes del romanticismo que de la supervivencia para contar la historia de dos personas que se ven obligados a convivir para sobrevivir en la nieve. Alex (Kate Winslet) es una reportera fotógrafa que tiene que tomar un avión a Baltimore porque allí, su prometido Mark (Dermot Mulroney) la espera para casarse.
Ben, también debe viajar a Baltimore para integrarse a un equipo de cirujanos. En el aeropuerto hay mucha demora y les ofrecen reprogramar sus vuelos con otras fechas. Por supuesto que no, ambos encuentran una solución, alquilan a medias un avión privado que los llevará a destino. Nada puede salir mal, o sí. El piloto Walter (Beau Bridges) los carga a ellos, carga a su perro de tipo labrador que le hace compañía, y emprende viaje.
Pero en el medio del camino, justo cuando están atravesando unas nevadas montañas, Walter sufre un para cardiaco, y el avión se estrella. Alex, Ben y el perro (que no saben su nombre) sobreviven ¿pero por cuánto tiempo en ese paisaje tan alejado de todo?
Desde "Viven" y "Naúfrago", pasando por "Voraz", las películas de supervivencia son un subgénero en sí mismo. Pero "Más allá de la montaña", basada en la novela de Charles Martin, le suma un ingrediente fundamental, el romance. Alex sobrevive pero está muy herida, o por lo menos más herida que Ben, así que será él quien deba buscar los refugios y protegerla de que nada le/s suceda.
En el medio, estas dos personas desconocidas cruzadas por el destino, crearán un vínculo que se irá fortaleciendo en base a la necesidad y la soledad, pero que puede girar en algo mucho más fuerte. Hany Abu-Assad se hizo conocido cuando su film "Paradise Now" fue nominado a los Premios Oscar a la Mejor Película Extranjera y se convirtió en un éxito mundial.
Sin embargo, ya desde aquel film se intuía algo, lo suyo es un cine cosmopolita, y hasta algo (bastante) complaciente. Siguientes films como Omar o El ídolo lo fueron comprobando; y en este, segundo film en EE.UU. luego del más desconocido "The Coulier", corrobora sus aptitudes para pasar desapercibido detrás de cámara.
No es que haga una mal labor, es casi un piloto automático, de esos que hubiesen salvado ocasionalmente a Alex, Ben, y el perro del accidente. Más allá de la montaña es un film convencional, no aburre (o es poco lo que aburre), no tiene grandes fallas, y hasta tiene cierta belleza visual en sus escenarios gélidos imposibles de filmar mal. Pero no posee nada que lo saque de una media.
La historia repasa todos y cada uno de los clichés y lugares comunes. La supervivencia es medida, olvídense de escenas fuertes, de sadismo, o de grandes momentos de tensión. Todo pasa más por la veta dramática. Desde la primera vez que se miran, uno puede adivinar sin errarle en nada, todo lo que va a suceder con Alex y Ben, solo queda relajarse y sentir el placer de nuestras predicciones hechas realidad.
Todas las situaciones son presentadas de un modo adecuado para que el romance entre los dos nazca. Ni siquiera se permite el humor, como en Insólito destino, no explota nunca una veta de opuestos, nunca se llevan mal, siempre ser cordiales el uno con el otro.
Hasta el conflicto que hace que ellos dos no se declaren el amor de una (algo en el pasado de uno, y algo en el futuro de otro) es resuelto sin más, como una cascarita que queda cuando la piel ya cicatrizó y solo hace falta rascar un poquito para que saga y deje de molestar sin sangrar ni dejar una mínima marca. Kate Winslet rema todo, otra vez vuelve a demostrar que le pone toda la garra a cualquier papel que se le cruce, tiene talento de sobra, y si Alex no es un personaje plano, es por cada gesto, pose y mirada de ella, una de las grandes actrices de su generación.
Idris Elba se muestra tan frío como de costumbre, como si hiciese más tiempo que vive allí entre las montañas tapadas de nieve. Su labor es correcta. Eso sí, la química entre ellos no siempre fluye bien, por momentos pareciera que cada uno actúa por su lado. El perro (que en realidad lo interpretan dos perros) es el detalle simpático y donde depositaremos la mirada cuando la parejita ya nos haya cansado.
"Más allá de la montaña" es un propuesta prolija, entretenida, y que entrega lo que ofrece, un romance ente dos seres que ya eran solitarios antes de extraviarse en la montañas.
La supervivencia queda algo en segundo plano, pero le da el colorido necesario para que no sea todo tan monótono.