Maravilla, la película

Crítica de Jonathan Plaza - Función Agotada

Epopeya pugilística

Maravilla, la Película es un buen documental deportivo que recorre la carrera de Sergio “Maravilla” Martínez desde sus inicios hasta la obtención del título de la CMB frente a Julio César Chávez Jr. Lo acertado de la propuesta radica en que este camino no es trazado en forma lineal por su director, Juan Pablo Cadaveira, sino que poco a poco se develan los eventos importantes en la vida del boxeador apelando al peso dramático de cada uno como si se tratasen de flashbacks que resignifican los movimientos hacia su objetivo final.

Maravilla_EntradaEsta decisión es un factor entre muchos dentro de una construcción que decididamente se para en la estructura epopéyica con la soltura de una narración ficcional. Desde el comienzo se nos presenta a una fuerza oscura con diversos nombres pero sin rostro y a la que diferentes personajes se refieren como “La Organización”, “La Cadena” o “HBO”. De esa fuerza que se mantiene latente como amenaza fuera de campo durante todo el film, sólo vemos vestigios o acciones que nos permiten entender su magnitud inabarcable. El chico de Quilmes, el héroe, debe vencerla, pero como en muchos relatos épicos la maldad no puede ser físicamente alcanzada por lo que son necesarios seres que la representen: Monstruos menores, villanos de turno, jefes de pantalla en la jerga del video juego. Este lugar es ocupado por Chavez y su hijo, quienes si bien no son “La Organización” en sí, parecen tener profundos lazos que los unen a esta.

La relación especular entre Martínez y Chavez Jr. es perfecta. El primero, nacido en un contexto de carencias, siempre tuvo las cosas difíciles. Es tan buen boxeador (remarcan diversos comentaristas) que nadie quiso pelear con él nunca. Tuvo que alejarse de una familia con la que tenía una estrecha relación porque fue azotado por la crisis económica. Construyó su camino al mismo tiempo que fue recorriéndolo. El segundo nació en una familia bien posicionada, en cuanto a dinero y fama, su padre fue un gran exponente del deporte que luego él iba a desarrollar.

El documental logra, gracias a una sólida construcción y gran noción sobre el ritmo cinematográfico, dosis de suspenso mayores a muchas propuestas ficcionales que lo pretenden.

En el inicio de la película se ve a Martínez ganar un título mundial que fue el premio a su dedicación y lucha. Ese título le fue arrebatado por una inexplicable maniobra entre “La Cadena” y “La Organización” para terminar en manos de Chavez Jr. El recorrido y lucha de Maravilla a lo largo del metraje no será desarrollando la actividad deportiva que lo caracteriza si no pidiendo ante diferentes representantes que se le otorgue la posibilidad de recuperar su título en una pelea como se debe. En el clímax del recorrido epopéyico la justicia suele ponerse, tal vez por primera vez, del lado del héroe y así lo hace también en este documental. Maravilla logra la pelea que anhelaba, sus pares (compatriotas) comienzan a reconocerlo como héroe y contrario a los deseos de las fuerzas del mal logra vencer en un final cuyo montaje es tan preciso que aunque ya todos sepamos cual fue el resultado de aquel enfrentamiento logra sacarnos el aliento ante la posibilidad de que el ídolo sucumba.

Maravilla, la Película da altas dosis de ese falso patriotismo que se siente frente a estos eventos deportivos y si mi critica se sumerge por completo en él, no es por afán gratuito sino por valoración al gran uso de las herramientas audiovisuales y las estructuras narrativas que el film lleva a cabo para narrar la historia de este hombre común que por 100 minutos convierte en arquetipo heroico.