Malka

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Pacto de silencio

¿Quién fue Malka Abraham? ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de mentira en los mitos construidos alrededor de su figura? Sobre esas preguntas parte Walter Tejblum en Malka, una chica de la Zwi Migdal. A la manera de los policiales clásicos de la literatura y de varios documentales recientes, con El rascacielos latino como el exponente hasta ahora más novel, Tejblum se pone en la piel de un detective -con sobretodo incluido- para dilucidar los hechos ocurridos varios años atrás.

Varios que en realidad son muchos, ya que se sabe que Malka llegó a la Argentina un siglo atrás. A partir de aquí, las suposiciones: que vino en engañada por una red de trata de personas conocida como Zwi Migdal de la cual logró escapar y fugarse a Tucumán, donde empezó a regentear su propio prostíbulo. Mal no le fue, ya que llegó a acaparar una fortuna estimada en cuatro millones de pesos y varias propiedades en las zonas más caras de la capital provincial ¿Qué ocurrió con ella? La asesinaron en 1957 ¿Quién? Aún no se sabe ¿La herencia? Fue a parar a distintas entidades judías locales, permitiendo incluso la refacción de la escuela religiosa más prestigiosa de la ciudad.

Tejblum parte a Tucumán para reconstruir el caso mediante los testimonios de distintos personajes de la comunidad. Personajes que no dudan de mirarlo de reojo ante la mención de Malka, como si sobre ella existiera un manto de silencio que nadie parece muy predispuesto a romper. Salvo Tejblum -claro- quien, en su rol de periodista/investigador, logra incomodar a más de uno a fuerza de información, precisión y determinación. Las fisuras de un relato preestablecido y la forma en que el film muestra cómo progresivamente comienza a resquebrajarse son los puntos más altos.

Punto alto que, paradójicamente, conlleva al más bajo. Quizás demasiado preocupado por la narración/investigación y el valor periodístico de su trabajo -que lo tiene, y mucho-, Tejblum nunca intenta llevar su relato más allá del formato tradicional de los documentales expositivos, con cabezas parlantes diciendo muchas veces aquello que podría haberse expresado a través de las imágenes.