Mala

Crítica de Cristian A. Mangini - Fancinema

Idem

Que el director de películas como Un oso rojo o Crónica de una fuga haya logrado un resultado tan decepcionante es, al menos, llamativo. Con una clara apuesta al denominado cine de “género” desde el primer tráiler, había sobrados motivos para emocionarse. Pero aquí hay una película que parece apenas esbozada, como si aún se encontrara en preproducción y la hubieran terminado sin ningún tipo de supervisión. Uno advierte los temas, la película los grita sin ningún tipo de sutileza, pero el móvil en el que se desplazan es tan frágil que cuando llega el final uno ya ha olvidado si hay, existe o se cuestiona algún mensaje. Pero vamos por partes.
La película cuenta cómo tras una tragedia Rosario decide vengarse de los hombres tomando trabajos en los que debe deshacerse de hombres maltratadores. Hasta aquí tenemos el perfil del personaje y un móvil, pero es en esta introducción donde comienzan a aparecer los problemas. Rosario parece ser un personaje plano, de comic, en un mundo que no es en absoluto un comic. No hay nada de malo en avanzar desde los estereotipos para luego buscar el relieve en el contexto de las acciones que definen al personaje pero, ¿qué hacer cuando el estereotipo habita un contexto donde las acciones aparecen confusas y el resto de los personajes tampoco tienen relieve? Pues, básicamente sucede la película que tenemos entre manos. A esto sumemos el hecho de que Rosario está interpretada no por una sino por cuatro actrices: Liz Solari, Brenda Gandini, Florencia Raggi y María Duplaa. Uno intenta pensar en alguna cuestión de proyección psicológica pergeñada en el punto de vista de cada hombre, mujer o lo que sea. Incluso se puede pensar que quizá el tipo de acción define el aspecto en el que aparece el personaje, pero no. En ningún momento se entiende el tipo de búsqueda al que se intenta llegar con este recurso, porque en cualquier lógica que se busque hay un quiebre que hace caer cualquier tipo de especulación.
La mayor parte de Mala privilegia el suspenso por sobre la acción, razón por la cual se resiente la construcción de los personajes a pesar de que Caetano demuestra que sabe generar climas aprovechando el trabajo de fotografía y sonido. Por esto no hay forma de entender por qué la apuesta al barroquismo en la construcción de los personajes, cuando la película parece suplicar un cable a tierra, un espacio más lúdico donde aplicar todo lo que promete la introducción. Pero no, el desarrollo se embarra en la intriga y en personajes que estancan la película para tratar de reorganizar las partes hacia el final. Pero ya para el final es demasiado tarde e incluso se desperdicia cierta calidad interpretativa de Gandini que es elogiable, de la misma forma que es malogrado lo hecho por Raggi.
Mala es un experimento raro que se me ocurre que parte de alguien que al menos tiene una búsqueda, el problema es que esa búsqueda y ese riesgo ha llevado a la que es sin lugar a dudas la peor película de Caetano, a pesar de que el director dé sobradas muestras de su oficio de forma aislada.