Los Vengadores

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Piña va, piña viene ésta sí entretiene

Los superhéroes se pelean por entrar en cuadro.

El viejo truco de los personajes superhéroes de doble personalidad tiene en Los vengadores su apoteosis. Los insignes defensores del Bien que provienen de los cómics de Marvel están, todos juntos, por espacio de casi dos horas y media, y en 3D, combatiendo contra Loki, el hermano malo de Thor y sus secuaces alienígenas.

Pero reunir a tantos superhéroes y estrellas tiene sus riesgos. Como si se tratara de una película coral, hay que saber manejar y balancear no sólo egos, sino también los tiempos de exposición de cada uno, darles escenas en solitario para no defraudar a ningún fan de ningún personaje y, cuando comparten secuencia, exprimirlos (¿explotarlos?) lo mejor que se pueda.

Y el director Joss Whedon (coguionista de Toy Story y creador de Buffy, la cazavampiros ) vaya que lo ha logrado. Son al menos ocho personajes centrales, y hay que saber qué darles para hacer.

La excusa es Tesseract, una sustancia superpoderosa que está encerrada en un cubo que otorga energía y también sirve de portal hacia el espacio exterior -que, como ya sabemos, nunca trae nada bueno de ahí afuera-, y así llega Loki (Tom Hiddleston). Con su extraño poder, copta a Ojo de halcón (Jeremy Renner, que es tan ducho con el arco y la flecha que lo podrían llamar para la secuela de Los juegos del hambre ). Hay que defender a la Tierra del ataque exterior, y allí van nuestros héroes, reunidos por Nick Fury (Samuel Jackson) en una embarcación que puede surcar mares y elevarse por los aires hasta parecer invisible.

Así como varios personajes tienen esa doble personalidad, el guión casi que los emparenta en pareja. La de Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) con Steve Rogers/Capitán América (Chris Evans) es la clásica: se celan, se encaran y terminan ayudándose. Y están Natasha Romanoff/Viuda negra (Scarlett Johansson) y Bruce Banner/Hulk (Mark Ruffalo), y Thor (Chris Mesworth), que tiene mucho por qué pelearse con su hermano Loki (“es adoptado”, dice el rubión del martillo). Igual, el guión le depara las mejores líneas de humor (¿será por contrato?) al personaje de Downey Jr.

La película tiene espectacularidad desde que arranca hasta que termina, con el ataque de Loki y sus guerreros alienígenas, capaces de destruir medio Manhattan, desde la Grand Central Station hasta cualquier edificio. Entretenida, divertida y con ritmo sostenido, por más que tantos personajes se peleen por aparecer en cuadro, Los vengadores tiene todo para convertirse en un gran éxito, que disfrutarán los fans y hasta aquellos que crean que Los vengadores son los sempiternos John Steed y Emma Peel, de aquella serie de TV de los ‘60.