Los padrinos de la boda

Crítica de Santiago García - Leer Cine

LAS PEORES COMEDIAS DEL MUNDO

Del lamentable guionista de Muerte en un funeral, llega ahora Los padrinos de la boda, otro bodrio que, como aquel film, pelea por el podio a la peor comedia del mundo.

Amo la comedia. Disfruto mucho las comedias y me las tomo muy en serio como películas. Desde el slapstick del cine mudo a la sátira, de la screwball comedy a la parodia, la comedia es uno de mis géneros favoritos. Tengo un solo límite: no me gustan las comedias que no me hacen reír ni una sola vez. Es más, me enfurecen. Hace unos años un bodrio de mal gusto pero sobre todo de mediocre timing, arrasó con la taquilla y el público que jamás entendió ni disfrutó de la comedia decía que era excelente. Esa comedia era la insufrible Muerte en un funeral, dirigida por el director norteamericano Frank Oz pero producida en Inglaterra. Más patética incluso que esta comedia era escuchar a los ignorantes decir “amo el humor inglés”. Tenía esa película tanto humor inglés como las comedias con Olinda Bozán de humor coreano. Ni una risa me produjo semejante porquería. Nadie que ame el humor o comprenda la comedia podía pasar por alto lo mal hecha que estaba. Fui un iluso al pensar que el éxito de la película no iba a tener consecuencias. Las tuvo y acá se estrena con el título de Los padrinos de la boda. Sin duda gracias al aporte del mismo guionista y los mismos productores de Muerte en un funeral, esta comedia vuelve a producir en mí el mismo hermoso efecto: Cero risas. Obviamente, una comedia que produce cero risas produce con el correr de los minutos, furia. Qué un genero tan bueno sea bastardeado de esta manera, es lamentable. La ironía final es que la película no sólo roba mucho de su antecesora, sino que suma plagios u homenajes a ¿Qué pasó ayer?, La familia de mi novia, Despedida de soltero y otros títulos. Poco importa, no será esta la ocasión para cambiarle el (no) gusto a nadie. El que crea que esto merece ser visto y quien tenga la dudosa suerte de reírse aunque sea una vez, que lo haga. Hay gente que ama las malas comedias e incluso las malas comedias sobre bodas. Cómo alguien dijo una vez: Hay gente para todo.