Los hombres que no amaban a las mujeres

Crítica de Jorge Carnevale - Revista Noticias

Primero fue una trilogía de novelas policiales que cautivaron a 12 millones de lectores en todo el mundo. “Millennium”, escrita por el periodista sueco Stieg Larsson no podía demorarse en llegar a la pantalla. “Los hombres que no amaban a las mujeres” es la adaptación del primero de estos relatos y está a la altura del original con todos los honores. Se trata de un thriller tenso que arrastra de la naríz al espectador desde las primeras imágenes, a lo largo de más de dos horas. El protagonista, Mikael Blomkvist, es un arriesgado periodista que se dedica a destapar negocios nada santos. Acaba de perder un juicio y, mientras aguarda una condena en suspenso, le llega una oferta tentadora. Henrik Vanger, octogenario, cabeza de una dinastía poderosa en la región, lo contrata para que averigue qué ocurrió con Harriet, miembro de la familia, desaparecida 40 años atrás sin dejar rastro. En la tarea lo secundará Lisbeth Salander, una muchacha de 24, de aspecto punk, embutida en pantalones y chaqueta de cuero negro, llena de piercings. Lisbeth, de pasado muy oscuro, puesta frente a la computadora es una hacker imbatible. Mikael, divorciado, cuarentón, melancólico, parece su contrafigura. Apenas avanza la encuesta, aparecen una serie de asesinatos anteriores, todos sin resolver. Crímenes de mujeres que podrían comprometer seriamente a la familia Vanger. Como en “El secreto de sus ojos”, las fotos que van apareciendo, con sus rostros de miradas cruzadas, van iluminando las conductas de unos y otros. El pasado cobra protagonismo y se vuelve inquietante. Una intriga cargada de sorpresas.