Looper: asesinos del futuro

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

La premisa de los viajes temporales nunca deja de ser atractiva. Y si el tema presenta giros peculiares, mejor todavía. Lo demostró H.G. Wells en la literatura y directores como Robert Zemeckis y James Cameron en el cine. Y es justamente el séptimo arte el que sigue dándonos alguna que otra sorpresa referida a este subgénero.

Looper: Asesinos del Futuro transcurre en 2044, un futuro similar a nuestro presente, pero con algunos chiches tecnológicos. Menos maquinas del tiempo... que serán creadas 30 años mas tarde. Es mas, son usada por organizaciones mafiosas, que en esa próxima época mandan a sus victimas al ahora del film para que lo asesinos (denominados loopers) se encarguen de ejecutarlos a cambio de lingotes de plata. Joe (Joseph Gordon-Levitt), uno de los loopers más destacados, lleva una rutina basada en tener sexo con su novia (Piper Perabo), el consumo de drogas mediante gotas en los ojos y el aprendizaje de francés. Pero todo cambia cuando le toca matar al nuevo viajero del futuro: la versión mayor de sí mismo (Bruce Willis), quien se escapa de inmediato, dispuesto a recomponer situaciones para impedir un hecho trágico de su vida. El Joe joven va tras él (tras de sí mismo), al tiempo que comienza a ser perseguido por sus jefes y compañeros criminales, y descubrirá más de lo que había pensado...