Linterna Verde

Crítica de Santiago García - Tiempo Argentino

El nacimiento de otro héroe más

El famoso personaje surgido en las historietas de DC Comics en 1940 finalmente llegó a la pantalla grande, con una producción de 200 millones de dólares. Como protagonista, está el ascendente canadiense Ryan Reynolds.

Linterna Verde se suma a la larga lista de superhéroes que casi todas las semanas se asoman a la cartelera mundial. Este fenómeno está alcanzando su punto más alto y a pesar de estar al borde de la saturación, sigue consiguiendo suficientes espectadores como para seguir apostando a la misma fórmula.
Linterna Verde, como Batman y Superman, pertenece al universo de los personajes de DC Comics. No hay un único Linterna Verde en el universo, sino que hay miles, pero la historia se centra en el que pertenece a la Tierra. En nuestro planeta será un superhéroe, pero será uno más entre todos los Linterna Verde que patrullan la galaxia.
En Linterna Verde volvemos a presenciar todo el proceso de “nacimiento del héroe”. Esto, claro está, se lleva la mitad de la película. En cada uno de estos films, la aproximación al héroe va cambiando, las hay más efectivas y originales, como en Capitán América, o las hay aburridas y carentes de cualquier encanto, como ocurre aquí.
Lo cierto es que si bien el film intenta construir con fidelidad el universo del personaje, no importa si lo logra o no, porque acá no estamos leyendo una historieta sino viendo una película. Fiel o infiel, si la película no funciona, entonces no sirve. Este héroe intergaláctico carece de todo carisma, la historia de amor está forzada de punta a punta, los villanos apenas si logran asomar como tales y se desdibujan a lo largo de una trama que nunca termina de arrancar.
Aquí, el protagonista es Hal Jordan (Ryan Reynolds), un atrevido e irresponsable piloto de pruebas que vive con el trauma de haber visto morir a su padre, también piloto, en un accidente. Del proceso de superación de este trauma o de cómo se convertirá este joven en un superhéroe realmente la película no puede ni dar explicación ni hacerlo creíble. Se podrá argumentar que quienes hayan leído todas las historietas del personaje serán capaces de entender todos y cada uno de los detalles sutiles de la trama. Lo cierto es que sin leer ninguna historieta, los films de Batman siempre han funcionado, y lo mismo con otros héroes.
Linterna Verde no tiene brillo propio, no arma nunca una historia que conmueva y no logra jamás que nos identifiquemos con el protagonista. Partiendo de esas limitaciones, es muy difícil llegar a construir una buena película.