Leones

Crítica de Rodrigo Seijas - Fancinema

La vacuidad del cine argentino

Con paso por varios festivales, incluido Venecia y el reciente BAFICI donde fue distinguida en su respectiva competencia, se estrena Leones, la opera prima de Jazmín López. En este film, de un clima recargado y de atmósferas enrarecidas, vemos a cinco jóvenes que deambulan por un bosque donde lo simbólico es fundamental. Una película que evidencia la serie de referencias que han influenciado a la directora a la hora de su creación, pero que no logra despegarse de cierta pose intelectual irritante.
Debo reconocer que estoy un poco cansado de tener que limitarme con muchos films argentinos a elogiar su excelencia técnica, porque no puedo encontrar nada laudable desde lo narrativo, la configuración de universos, la creación de personajes y la interpelación a un público. También sucede con este film, nuevo ejemplo de la sobrevaloración de la que gozan ciertas obras nacionales en el ámbito crítico del país y el resto del mundo.
Porque en Leones no alcanza con una buena banda sonora, el estupendo manejo de la steadycam o ciertos giros sobre el final de la trama que pretenden resignificar lo visto, cuando todo lo que hay detrás es una cáscara vacía con guiños de estilo al cine de Gus Van Sant o Lisandro Alonso, o alusiones a Alfonsina Storni.
En relación a las citas, surgen diálogos y referencias tan explícitas y banales como este diálogo: “hay algo que nos está mareando”, a lo que se responde “sí, el Diablo probablemente”. Ajá, qué bárbaro, citaste a Bresson. Pero resulta que Bresson es mucho más que rostros pétreos y paisajes desolados. La intelectualidad vacua está matando al cine argentino.