León, reflejos de una pasión

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Alguna vez supe ver basket de adolescente y seguí en algún momento, al Ferro de León Najnudel, la leyenda de ese deporte en Argentina. Y lo recuerdo, al borde de la línea, dando indicaciones (es el día de hoy que me recuerdo en las primeras filas de asientos en el Héctor Etchart alguna noche), con su magnética presencia, siendo (en aquellos años, principios de los 80') ya uno de los entrenadores top de ese tiempo, un tipo amable, entrador e indudablemente, apasionado por su actividad.
Todos lo respetaban. Todos lo reconocían. Era un líder de aquellos. Años más tarde, fue el hombre detrás del nacimiento de la Liga Nacional. Antes, en los 70', los mejores jugadores de basketball del país estaban diseminados y jugando en competenias locales. No se encontraban regularmente ni generaban interés por un torneo fuerte y federal.
León, que era un visionario, entendía que para el desarrollo del deporte a alto nivel, los mejores necesitaban equipos competitivos y una estructura más fuerte donde todos tuvieran parte. Y no fue sencillo. Pero gracias a su lucha, su compromiso y su talento, logró mover los resortes para cohesionar a la opinión pública en su favor y conseguir dar un golpe de timón a la realidad del basket local para empoderarlo y generar el fogueo necesario para intentar pelear más alto en los podios internacionales.
León lo hizo. Este documental de José Glusman (quien vuelve luego de la ficción "Domingo de Ramos"), es emotivo y completo. Encontraremos palabras de quienes más cerca estuvieron de él -Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Chapu Nocioni, Julio Lamas, Iván Najnudel, Luis Bonini, Adrián Paenza, Víctor Hugo Morales, Alejandro Pérez y Marcelo Nogueira, entre otros- y mucho material de archivo que acompaña los relatos, plenos de alegría y fibra. Porque a León, había que recordarlo así.
Ese es el mayor acierto del documental. No sólo está presente la faceta de estratega, entrenador y emprendedor, sino el carisma de su simpleza, la nobleza de su perfil y el compromiso con sus colegas y amigos. León era un grande de verdad. Inmenso, realmente.
Y Glusman le hace un homenaje a su altura. Es difícil que se entiendan mis palabras sino tuvieron contacto con él. Por eso, recomiendo este doc para acercarse a una figura trascendental de la historia del deporte argentino. Porque para que tuvieramos Generación Dorada, hubo un León que tuvo que soñar antes cómo plasmarla.
Un film imprescindible para los amantes del deporte y los que necesitan impulso para creer que todo sueño que conmueve, con sacrificio, puede llegar a buen puerto. Gracias Maestro, gracias León por tanto.