Las marimbas del infierno

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

TRADICION Y MODERNIDAD

Tras la controvertida Gasolina -su opera prima vista y premiada en la competencia oficial del BAFICI 2009-, Hernández Cordón cambia por completo de registro en Las Marimbas del Infierno, proyecto que nació -según explicó el propio director- casi de casualidad (se filmó en muy poco tiempo, con mínimos recursos y un amplio espacio para la experimentación, luego de que se le cayera a último momento un proyecto bastante ambicioso) y que combina documental, situaciones improvisadas y escenas ficcionalizadas.

Las desventuras de unos patéticos y queribles músicos de diferentes generaciones -amigos personales del realizador- que tratan de combinar el sonido de las tradicionales marimbas guatemaltecas con el heavy-metal son irresistibles, en un film cuyo tono remite por momentos al de Aki Kaurismäki o Jim Jarmusch, aunque -claro- con una reconocible y fascinante impronta centroamericana. Uno de los films latinoamericanos más galardonados de los últimos tiempos (Toulouse, Miami, Valdivia, Morelia, Torino, etc.).