Las aventuras de Tintín

Crítica de Rodolfo Weisskirch - A Sala Llena

Querido Hergé

Cuando tenía 10 u 11 años me acerqué a tu personaje más emblemático a través de una serie animada francesa, que la cadena HBO emitía periódicamente cuando todavía no había que pagar un peso de más para disfrutar su programación. Habré visto 3 o 4 episodios, los suficientes para encantarme con la adrenalina, el misterio y la diversión de este joven personaje, que junto a su perro resolvían crímenes. Algo de Sherlock Holmes, algo de Hércules Poirot y el espíritu de los seriales de los años ’30 en los que se inspiró Steven Spielberg a la hora de crear Indiana Jones.