Las aventuras de Nahuel

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Hace tiempo que el realizador Alejandro Malowicki acariciaba un proyecto que aunara títeres y animación y finalmente ahora llega a las salas con Las aventuras de Nahuel, un film dirigido al público infantil que puede resultar atrayente para chicos que ronden edades de los cinco a los once años. A esos elementos se suma un claro concepto autóctono en personajes, contextos e historias, acentuadas por buenas canciones con toques de murga y candombe. Malowicki, cuyo último film fue el documental de denuncia PyME (Sitiados), tiene como antecedente en el género Pinocho, ambiciosa recreación en los años 80 de la historia de Carlo Collodi. En este caso la apuesta es más acotada pero no por eso menos lograda técnica y expresivamente, y se aboca a narrar la historia de un chico de la calle nacido en un barrio que remite a La Boca, que busca a su madre y se hace amigo de un gato atorrante. El hallazgo de un libro llamado Leyendas aborígenes, permite que Nahuel y el niño espectador se introduzcan didáctica y mágicamente en un mundo ancestral y nativo. Las alternativas son entretenidas, más allá de una cierta falta de carisma y chispa de los personajes principales. La creativa tarea de Martín Bianchedi en las canciones y la música incidental enmarcan adecuadamente esta valiosa búsqueda de film infantil nacional.