La noche de la expiación

Crítica de Santiago García - Leer Cine

ASESINOS POR UNA NOCHE

Si tuviéramos que ubica La noche de la expiación dentro de un género este debería ser sin duda la ciencia ficción. En un futuro cercano, Estados Unidos ha creado un sistema para resolver el creciente problema de la violencia. Para esto una noche al año se decreta “The Purge”. En esa noche está permitido matar y los ciudadanos deben decidir si encerrarse en sus casa prácticamente amuralladas o salir a matar por las calles. James Sandin (Ethan Hawke), su esposa Mary (Lena Hadley) y sus dos hijos, viven en una lujosa casa que han obtenido por el éxito laboral de él. Su trabajo es vender sistemas de seguridad para que la gente adinerada pueda protegerse en la temible noche de la expiación. Todos parecen tomarse con naturalidad el siniestro sistema y se prepararan rutinariamente para atrincherarse en sus casas. James y su familia delatan, de parte de los hijos principalmente, algunas grietas y contradicciones. A las 19 hs comienzan las doce horas de la ceremonia de violencia de cada año. Y por supuesto no habría película si las cosas no se complicaran mucho en esa noche. El tema de la película sin duda tiene que ver con la naturaleza humana. ¿Es el ser humano naturalmente violento y egoísta o por el contrario es pacífico y solidario? La película encuentra el argumento ideal para plantearse este interrogante. También alude a la idea de las desigualdades sociales, la ineficacia del gobierno para equilibrar esas diferencias y el crecimiento de la violencia en la sociedad. Aunque las máscaras del afiche prometan terror, la película no pertenece a este género y su costado de fantasía tiene que ver con el discurso más que con cualquier otra característica. Las acciones transcurren en el futuro y se adivina un futuro clásico de la ciencia ficción. La distopia (o como otro la llaman, la antiutopía) que hemos leído y visto en 1984, Brazil, Un mundo feliz, Fahrenheit 451Blade Runner y otras historias del género. Acá es llamativa la forma en que no hay ni un solo elemento tecnológico, ningún detalle de escenografía que nos haga creer que es un mundo alejado del nuestro. Ese futuro que describe la historia no podría ser más presente. La ciencia ficción está en la idea de un día legal para el asesinato y en las noticias cuando se habla de “Los nuevos padres fundadores”, pero no pasa de ahí. Tampoco necesita hacerlo. La situación de encierro y opresión, a luz, el sonido, e incluso la violencia, son lo que la acerca al cine de terror al que, como ya se dijo, no pertenece. Algunos lugares comunes, algunas obviedades y ciertas vueltas de guión no muy ingeniosas pueden atentar contra la película, pero a pesar de eso el film de James DeMonaco sale airoso y sus personajes adquieren poco a poco inesperada complejidad. No es agradable ni tranquilizadora, pero justamente en eso radica su encanto.