La llegada

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Da la casualidad de la cartelera local que en esta semana confluyan dos de los estrenos de “ciencia-ficción” más importantes del año. Sin embargo, esta oportunidad puede servir para apreciar las gamas diferentes de estilo que el género puede tener para ofrecer.
Mientras que Star Wars-Rogue One es una catarata de acción cargada de épica y momentos deslumbrantes de batalla y gracia en la que, seamos sinceros, el nombre del director Gareth Edwards pareciera pisar menos que la influencia de la saga; en La Llegada todos esos tópicos están invertidos, y no podemos eludir que estamos frente al nuevo film de Denis Villeneuve.
El director que transitó caminos de drama siempre con las tintas cargadas en la tensión del suspenso, esta vez se anima a una historia pura de Ciencia-Ficción ¿Tendremos que remitirnos a la críptica Enemy?
Es imposible no pensar en dos películas que se convirtieron en clásicos cuando leemos su premisa, la impronta de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo y Contacto, es ineludible.
Amy Adams compone a Louise Bank una experta en lingüística que será contratada por el mando militar para una tarea que difícilmente sea una más.
Los extraterrestres están llegando a La Tierra, doce naves arribaron, y el gran interrogante es saber cuáles son sus fines, para poder prepararnos mejor.
Olvídense de Día de la Independencia o V Invasión Extraterrestre, no hay alegría que pasa al pánico, al terror, y al contraataque rebelde; aquí el centro es la comunicación. Louise debe descifrar los mensajes extraterrestres y eventualmente descubrirá que tienen una forma de comunicarse.
El tiempo corre y Louise debe desplegar todos sus conocimientos para llegar a una conclusión antes de que las cosas se agraven y se tomen decisiones que pueden exponernos a un peligro innecesario.
Esto, que leído pareciera sencillo, no lo es para nada. A modo de los planteos de Carl Sagan en la serie Cosmos, La Llegada se inclina por la fascinación por la ciencia, expresada como si fuese un arte, que se discurre en explicaciones sin necesidad de ser didáctica o sobre explicativa, adentrándose de lleno en planteos filosóficos.
No pretendan ni un ritmo vertiginoso ni explosiones que invadan nuestros ojos. Sí, tendremos riqueza visual para empalagarnos, pero transitará otros caminos.
A diferencia de Christopher Nolan en Interestelar, Villeneuve pone los ojos sobre los personajes, pero sin la necesidad de cargar las tintas dramáticas a un punto telenovelesco, ni se expande en explicaciones de manual que hacen perder el interés, las explicaciones científicas llegarán de un modo dinámico.
Sí, La Llegada puede tener alguna dificultad para penetrar en un público amplio, aquel menos acostumbrado a las ciencias lo puede sentir como un relato moroso, y hasta pretencioso. Quienes logren ingresar a su capa, se encontrarán con un film de una riqueza dramática y discursiva muy interesante y compleja, bastante inusual en el mundo de Hollywood.
Amy Adams alcanza otra de sus celebradas interpretaciones, y logra lo imposible haciendo que las miradas se posen sobre ella ante tanta belleza visual hacia su alrededor. Lo suyo es hipnótico.
Villeneuve trabaja con un equipo técnico consolidado que otorga lo mejor de sí para un film como este. Desde la fotografía de Bradford Young, la banda sonora de Jóhann Jóhannsson, y el montaje de Joe Walker; todo dispone un gran despliegue escénico para engolosinarnos.
La Llegada es una apuesta diferente entre tanto pochoclo bombástico y vacío; quienes quieran emprender este viaje distintivo, bienvenidos a abordo.