La ley del mas fuerte

Crítica de Emiliano Fernández - A Sala Llena

La decadencia de una nación.

No cabe la menor duda que con el correr de los años ha ido mutando sustancialmente la perspectiva desde la cual se lee el “Nuevo Hollywood” de la década del 70, tanto a nivel general intra industria como en lo que hace a la inclusión de referencias explícitas. Mientras que en los 80 se utilizaron sus rasgos más bombásticos para vaciarlos de contenido dentro de la concepción simplona de los blockbusters, en los 90 primó una mirada irónica que tomó prestada su ferocidad formal aunque sólo como un “elemento más” de un pastiche multicultural de citas cruzadas. Si bien ambas lecturas continúan estando vigentes, durante los últimos lustros apareció por suerte una tercera posición que recupera la esencia perdida.

El fundamentalismo reciente, de marcada tendencia retro, es el producto de un proceso que viene desde los 90 y que tuvo en los thrillers hardcore de aquella época, como Pecados Capitales (Seven, 1995) y Los Sospechosos de Siempre (The Usual Suspects, 1995), la base clasicista necesaria para dicha reformulación. La Ley del más Fuerte (Out of the Furnace, 2013) es uno de los ejemplos más claros en este sentido, un relato de venganza aletargado que hace gala de ese minimalismo ampuloso prototípico de un período que muchos consideramos irrepetible, cuando la contracultura de los 60 llegó al cine de carácter masivo, desembocando en una revolución cultural que generó una andanada de obras memorables...