La dama de oro

Crítica de Fredy Friedlander - Leedor.com

En un relato algo convencional se luce sin embargo la excelente Helen Mirren
“La dama de oro” (“Woman in Gold”) es una historia real que refiere al robo de cuadros de pintores famosos durante la Segunda Guerra Mundial. El título corresponde a una famosa pintura de Gustav Klimt y la “dama” en cuestión (“la Mona Lisa de Austria”) es la bella Adele Bloch-Bauer (Antje Traue), que fue una de las tantas víctimas del nazismo durante la ocupación de Austria.
Quien la recuerda es su sobrina Maria Altmann, que logró escapar del Holocausto y radicarse en California. Han pasado más de cincuenta años y una anciana María (Helen Mirren) contacta al joven abogado Randy Schoenberg (Ryan Reynolds), nieto del famoso músico, al enterarse de que el cuadro que pertenecía a su familia está en la Galería Nacional de Viena.
El relato no aporta demasiada originalidad y alguien hasta lo podría tildar de convencional, pero se sigue con interés. La actriz de “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante” y ganadora del Oscar por “La reina” logra una gran composición al hablar en un inglés con acento alemán, evitando como su propio personaje lo afirma utilizar esta última lengua, que tan malos recuerdos le trae. Esta negación de numerosos inmigrantes ha sido algo frecuente y no sólo entre los de origen judío. En el último Festival de Cannes la película “Amnesia” de Barbet Schroeder planteaba una situación similar cuando una mujer de habla germana (Marthe Keller) le hablaba en inglés a un joven alemán (Max Riemelt) y al padre de éste (Bruno Ganz), de dudoso comportamiento durante la Guerra.
Daniel Bruhl (“Goodbye Lenin) compone al periodista Hubertus Czernin, personaje progresista, que hubiese merecido mayor desarrollo dado que ayudó en la demanda judicial que, hicieron desde Estados Unidos María y su abogado. Pese a que ella había jurado no volver a Europa, otra actitud habitual en muchos emigrados, finalmente regresa a Viena de la que se ven algunos de los lugares más típicos (Prater, Schoenbrunn, Ringstrasse). Hay también numerosos “flashbacks” donde se muestra la persecución y exterminio a que fue sometida gran parte de la población judía de Viena y el dramático escape de María a los Estados Unidos.
En roles secundarios es posible descubrir a varios actores relativamente famosos como Jonathan Price, Charles Dance, Katie Holmes, los alemanes Moritz Bleibtreu y Nina Kunzendorf (“Ave Fénix”) y la otrora más popular Elizabeth McGovern. Dirigió “La dama de oro” su esposo, Simon Curtis, cuyo film anterior (y debut en la realización) es el logrado “Mi semana con Marilyn”, que fue sin embargo un fracaso de boletería pese a la buena interpretación de Michelle Williams.