La chica del dragón tatuado

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

La revitalización de un género

Versión norteamericana de la primera parte de la atrapante saga "Millenium" del sueco Stieg Larsson, "La chica del dragón tatuado" no defrauda al consumidor de entretenimientos fuertes. Y decimos fuertes porque el contenido de esta clásica película negra, revitaliza lo que clásicos del género policial como Ross McDonald o Patricia Highsmith popularizaron. Trama apretada y sinuosa. Personajes al borde de la locura. Corrupciones históricas, pecados finamente reciclados. Más la usual cadena de engaños, infidelidades, incesto, crimen, sexo, con buenas dosis de suspenso.

Un investigador, la ayudante que con el tiempo será tan famosa como Watson, Lisbeth Salander, el desafio de buscar una adolescente desaparecida hace cuarenta años, miembro de la poderosa familia Vanger, suerte de grupo Krupp aggiornado. Y todo en una isla nevada, con paisajes que de no estar teñidos por sangre, podrían albergar silfos y hadas. Pero como estamos en 2012 no podemos dejar de transformar a Lis en hacker, sumergirla en la cultura cyberpunk, darle música Reznor-Ross y contextualizarlos a todos en una ola de corrupción y negrura que va del nazismo al desbande de las multinacionales.

AMBIENTACIONES

David Fincher, el director, ambienta con exquisitez. Captura lo formal con sutileza. Puede zambullir al espectador en locaciones de celofán o ambientaciones high-tech, hacerlo parte de fotografías claves para la resolución de un crimen, o sumergirlo en una vorágine musical. Y también es capaz de generar el equipo perfecto, del que tendremos noticias en las próximas nominaciones internacionales.

La chica Rooney Mara (Salander), no es la sombría y capturante Noomi Rapace, de la anterior película del director danés, pero tiene lo suyo, algo de fantasmático y oscuro, el señor Vanger nunca tan bien interpretado por el marido de la señora Trapp, la famosa y prehistórica "Novicia rebelde", hablamos de Christopher Plummer.

También hay competencia de rubias, a cual mejor actriz. Entre ellas, la hija de Vanesa Redgrave y el director de Tom Jones, Joely Richardson en los personajes de Anita y Harriet. Notable Stellan Skarsgard (Martin) y como curiosidad, aparece como Frode, el amigo del viejo patriarca Vanger, un gran dramaturgo, Steven Berkoff, el de "Decadencia". También en un cameo, Julian Sands como el joven Henrik.

Aparece también Daniel Craig como protagonista y hace de Daniel Craig. Lo hace bien.