La casa con un reloj en sus paredes

Crítica de Leonardo M. D’Espósito - Revista Noticias

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Curioso y más curioso, como diría Alicia: otra película que toma tópicos más o menos terroríficos y los retrata desde un punto de vista infantil. Aquí en realidad el material de base es una novela juvenil, y el ambiente recuerda films como las primeras Harry Potter o Escalofríos (con la que comparte además la presencia de Jack Black). Hay un par de magos, una casa embrujada con cierta peculiaridad, hechizos y una invasión de muertos vivos. Pero hay, sobre todo, un chico que trata de reencontrar a un amigo de infancia, y que atraviesa el mundo de la maravilla para aprender cómo. Aunque parece extraño que el realizador sea Eli Roth -especialista en terror sangriento y ultraviolencia-, es necesario aclarar que esas películas como Hostel o Cabin Fever -o sus colaboraciones con Tarantino- son parte de un juego con la fantasía que aquí solo cambia de tono o nivel, pero que abrevan en el mismo humor sobrenatural y un poco sardónico. No falta ternura y la dupla Black-Blanchett realmente entiende lo que está haciendo y lo disfruta.