La casa con un reloj en sus paredes

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

A muchos cinéfilos les llamará la atención que esta película de aventuras para la familia sea dirigida por Eli Roth ( “Bastardos sin gloria”, “Hostel”) que se mete por primera vea en  este desafío y se adapta rápidamente a las exigencias del guión de Erik Kripke basado en la novela de John Bellairs. Una trama fantástica, con una casa encantada a la que llega un huérfano para vivir con su ocupante, un mago obsesionado con el tema del título. En realidad, un truco peligroso de su ex socio muerto que, se sabrá después, pone en peligro a toda la humanidad. Pero mientras tanto, entre la diversión y la aventura muchos trucos, y la adaptación de un chico a su familia ensamblada, a sus compañeros de colegio y a su destino de nerd, que elude con ayuda de ilusionismos aprendidos y prestados  Por algo el tío en cuestión es un brujo no tan poderoso como quisiera y su compañera una hechicera en desgracia. La casa y los efectos especiales son vistosos y divertidos, la dirección de arte, con ambientación de los años cincuenta es una gloria de maderas, dorados barrocos con  juguetes, muebles y objetos curiosos. El tono esta en la aventura, el peligro no asusta y siempre está a mano el humor, aún en los momentos más tensos. Dos actores como Jack Black y Cate Blanchet aportan su talento al servicio de este film que cumple con el entretenimiento y promete, seguramente, el comienzo de una saga.