La batalla de los sexos

Crítica de Mariano Torres - Fuera de campo

Probablemente, cuando allá por el año 1973 el ya retirado Bobby Riggs propuso ganarle un partido a la mejor tenista del momento, Billie Jean King, éste no se imaginaría que lo que él veía como una apuesta (que derivó en circo) terminará convirtiéndose en un partido emblema para el feminismo. Sucede que Riggs (gran trabajo de Steve Carrell) se promocionó a sí mismo como un “cerdo machista” desafiando a la campeona femenina (la siempre impecable Emma Stone), en un momento en donde las mujeres estaban reclamando un mejor salario en el deporte. En verdad, lo que estaban pidiendo era una equiparación. Después de todo, ¿a misma cantidad de venta de entradas, por qué debían conformarse con menor ganancia?

Claro que si bien el feminismo estaba en pleno auge, estos eran los años 70s y la batalla recién estaba comenzando. Así lo entiende King, que comprende que para dar un duro revés a la situación era necesario un salto de fe, que podía ser al vacío. Separándose de la Asociación de Tenis de la época, King formó su propio campeonato en representación de todas las deportistas femeninas que compartían su reclamo. No tardaría en convertirse en una amenaza para una industria del deporte liderada mayormente por hombres.

Este es el eje central de La Batalla de los Sexos, y cuando se concentra en el mismo (intercalado por los toques de humor y calidez que le otorga el personaje de Carrell) es donde la misma brilla. Lamentablemente, cuando los directores Jonathan Dayton y Valerie Faris (Pequeña Miss Sunshine) apuestan a la baja de línea y lo políticamente correcto, muy a tono de los tiempos que corren, la película pierde fuerza. Queda deslucido así un romance que se estira demasiado (amén de que se toma muchas licencias respecto a la historia real, sólo para erigir una bandera) y por momentos atenta contra el ritmo de la película. Pese a la torpeza de mirar al pasado con la óptica del presente, La Batalla de los Sexos es un film sumamente entretenido que gracias a sus intérpretes se eleva por encima de muchos estrenos del saliente 2017.