La batalla de los sexos

Crítica de Diego Serlin - Todo lo ve

Valerie Faris y Jonathan Dayton, realizadores de Pequeña Miss Sunshine, proponen un entretenido recuento del emblemático e histórico partido de tenis que enfrentó a Billie Jean King contra Bobby Riggs, en el que destacan las interpretaciones de Steve Carell y, sobre todo, Emma Stone.

En el año de 1973, a sus 55 años el prolífico y recién retirado tenista Bobby Riggs -Steve Carell-, desafío a un partido de tenis a la entonces campeona femenina Billie Jean King -Emma Stone-, en un encuentro conocido como La Batalla de los Sexos que prometía ser un duelo histórico no solo en lo deportivo, hechos que en su día convulsionaron el show Business -Bobby Riggs llegó a posar desnudo en la revista mas importante y en una pista de tenis disfrazado de tirolesa junto a unas ovejas-.

En tono de comedia y combinando acertadamente el drama, pinceladas de denuncia social, cierta romanticismo y el hecho deportivo en cuestión, La Batalla de los Sexos resulta un agradable y entretenido biopic que trasciende el hecho deportivo e indaga, desde una cierta superficialidad, la idiosincrasia de un país en un momento muy concreto en el que nuestra protagonista busca por un lado romper los estereotipos y por otro conseguir algo tan complicado como propiciar un debate interno acerca del rol de la mujer en la sociedad, además de otros aspectos de su vida personal y profesional.

Steve Carell y Emma Stone -que sigue avalando su ultimo Oscar con La La Land- interpretan a los dos respectivos tenistas acompañados de un gran elenco como Elisabeth Shue, que interpreta el papel de la esposa de Bobby Riggs, y Bill Pullman, quizás el villano al que Billie Jean King debió enfrentar por sus derechos como tenista. Emma Stone se convierte así en Billie Jean King asimilando su aspecto, su forma de caminar, su destreza en la pista, su lucha por los derechos de la mujer en plenos años 70 y la naturalidad con que la que protagonista va descubrimiento su lesbianismo -Jean fue la primera deportista de élite en hacer público que era lesbiana-.

Steve Carell por su parte, con su potentísima vis cómica y don para el drama, asume la sobreactuación de un histriónico Bobby Riggs con el que el publico logra empatizar, a sabiendas que su personaje internamente piensa diferente a como actúa.

Manteniendo la estética de la época desde el vestuario hasta los propios medios de comunicación con sus campañas publicitarias y seguimiento del evento deportivo, La Batalla de los Sexos pretende abordar mucho, pero todo con cierta superficialidad y popularidad, sin juzgar a los personajes ni centrándose demasiado en un aspecto concreto de la vida de Billie Jean King ni de Bobby Riggs. Aun así, el acertado ritmo del relato y la gran actuación, fundamentalmente de Emma Stone, despiertan el interés del espectador en este entretenido y anecdótico film.