Kon-Tiki - Un viaje fantástico

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

El verdadero Thor

Sí, el verdadero Thor. Ni el dios del trueno de la mitología nórdica, ni el superhéroe de la cultura pop norteamericana. Uno de carne y hueso, que coronó una de las epopeyas más importantes de la historia moderna de la humanidad. El "arqueólogo experimental" Thor Heyerdahl, en 1947, para probar su teoría de que los Incas habían descubierto la Polinesia (con todas las derivaciones científicas concomitantes), desafió a los intelectuales y rompió la barrera de lo que para esa época era una locura. Surcó el Océano Pacífico por más de ocho mil kilómetros, junto a otros cinco hombres, sobre una balsa de troncos y cañas como las que debían haber construido los nativos sudamericanos en la era precolombina.

Kon Tiki es una muy buena película, coproducida por varios países europeos, y contada como una entretenida aventura, no exenta de emociones fuertes y hasta de enseñanzas.

El filme comienza mostrando el temple de Heyerdahl, que decidió vivir junto a su esposa en una choza, durante 10 años, en Polinesia, para reforzar sus suposiciones. Luego, narra cómo es su búsqueda de dinero para echarse a la mar, y las incontables experiencias del viaje. Flotan sutilmente reminiscencias de los viajes de Simbad y las expediciones de Charles Darwin.

El mismo Thor Heyerdahl escribió un libro sobre sus experiencias en este viaje, al que llamó como la balsa de su periplo: Kon Tiki. El libro fue traducido a varios idiomas y vendió 50 millones de ejemplares. En 1950, además, dirigió un documental sobre el viaje que ganó un Oscar, premio al que también estuvo nominada esta película (como Mejor Película en Lengua Extranjera) que merece ser tenida en cuenta.