Justicia final

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

20 años no es nada...

Había leído sobre el caso en que está basado esta película (hay un artículo muy interesante en inglés sobre el tema:http://truthinjustice.org/ken-waters.htm) y la verdad es que es impactante la duración y complejidad del mismo. "Conviction" es una película que nos presenta un hecho real acerca de la lucha judicial de una mujer corriente (Betty Anne Waters) de escasos recursos materiales, para demostrar la inocencia de su hermano, condenado nada menos que por asesinato.

La historia es fuerte, se inicia con la muerte de Katharina Brow en 1980 y se cierra en 2001 con la revisión del caso, aunque pocos meses después, Kenneth Waters (el injustamente imputado hombre en cuestión) caería de un muro y encontraría la muerte accidentalmente. Extraña cosa la vida no? Bueno, volviendo esta producción, debemos decir que el tema sobre el que gira es movilizante y que era una inmejorable oportunidad para que Hillary Swank volviera a dejar alto su listón, luego de productos decididamente mediocres ("The resident", sin ir más lejos).

Dirigida por Tony Goldwyn (se acuerdan del rival de Patrick Swayze en "Ghost"? ese mismo!), actor devenido en cinesasta, "Justicia final" se estructura apoyando todo su peso narrativo en la figura de sus dos protagonistas: Betty (Swank) y Kenneth (Sam Rockwell). Su relación a lo largo de los años y el afecto que se prodigaban es lo central en el film. Es cierto que el despliegue más visible es el del personaje de Swank, (es la que está afuera y se ve un proceso más dinámico en su derrotero) pero Rockwell no se queda atrás y como siempre, se muestra un actor de jerarquía, versátil y que se luce en el encuadre que más lo favorece, el drama.

Betty sabe que su hermano es un tipo difícil. La ley lo busca siempre y él, hace lo posible por llamar su atención. No es malo, pero sabemos que su perfil da para generarse problemas, solito. Una ex novia de Ken muere en feas circunstancias (mutilada, un horror de crimen la verdad) y hay varios elementos que lo ligan al crimen. No sabemos muy bien (hábil manejo de la situación) si él cometió o no el hecho, pero si sabemos que la policía se la tiene jurada y que un culpable se necesita. Si bien logra zafar de la primera acusación, a los dos años de la muerte de Katharina, la cuestión se reabre y él cae preso. De ahí, juicio y condena.

Su hermana está convencida de la inocencia de Ken. Nunca duda de la misma y es tanta su frustración cuando va descubriendo lo sola que está y los pocos medios materiales que tiene para enfrentar el proceso judicial y una re apertura del caso, que decide entrar a la Universidad y estudiar derecho. Sólo por el hecho de asistir a su hermano y demostrar su falta de mérito en el tema. A lo largo de toda la película veremos los problemas a los que Betty tendrá que enfrentarse para lograr justicia para su hermano. Cosa que sabemos complicada.

Es más, en nuestro país tenemos un condenado por crímenes que no cometió (hay contundentes pruebas que demuestran que no fue responsable de los hechos), que también busca la revisión de su caso. Hablamos de Fernando Carrera, sonado caso argentino que sigue aún sin resolverse, (visiten http://es-es.facebook.com/pages/Justicia-para-Fernando-Carrera/136001626276?sk=info y vean el documental "El Rati Horror Show" de Enrique Piñeyro para interiorizarse de los fundamentos sin sentido, equivocaciones y encubrimientos que se dan en ese proceso ). La justicia es lenta y está viciada de manejos burocráticos que conspiran contra resoluciones ejecutivas en las que tiene que reconocer su error.

Volviendo a "Conviction", es un drama de escritorio bien contado con intensas actuaciones de su elenco, entre los que también destacamos la solvencia de algunos secundarios que vuelven al ruedo después de un largo ostracismo (Juliette Lewis, por ejemplo) y la correcta fotografía y maquillaje, necesarios para retratar el pasaje del tiempo en la vida de los protagonistas. Una buena alternativa en cartelera si les atrae este tipo de cine.