Jurassic World 3: Dominio

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Deseo y decepción. Eso es lo que se vive, y lo que pasa al entrar al cine a ver Jurassic World: Dominio -desear que el cierre de la trilogía esté acorde, o a la misma altura de sus predecesoras, y sentirse algo decepcionado.

Y no solo al final.

Jurassic Word Dominio no arranca nunca. O al menos, tarda en hacerlo. Como película de aventuras y acción, para que haya una escena que genere algo de atención y resulte adrenalínica, habrá que esperar un buen rato. Y no porque Owen (Chris Pratt) no arranque persiguiendo dinosaurios a caballo, como si fuera un western.

Porque ¿cómo habíamos dejado a los dinosaurios al final de El reino caído (2018)? Sueltos, ya no en la isla Nublar, sino en territorio estadounidense.

Los animales recreados genéticamente cohabitan el ecosistema con los humanos. La pregunta era si de manera pacífica, o no.

Bueno, aquella imagen en los créditos finales, que nos los mostraban en lo alto de Las Vegas, fue sólo una ilusión. No transcurre en Las Vegas, sino en varios puntos del planeta, como si se tratara una de James Bond, una de Jason Bourne o una de Misión: Imposible.

Quizá, tal vez, en una de ésas la saga se alargó demás, y llega a Dominio algo fatigada o repitiendo fórmulas, pero cuando los dino se ponen a correr en la pantalla, no queda otra que disfrutar, o no, la película.

Vengan todos
Y como se supone que Dominio es el cierre de la trilogía -no se queden a esperar alguna escena post crédito, porque no la hay-, aquí están todos: los protagonistas de las Jurassic World, se trajo de regreso a los tres de Jurassic Park -el matemático Ian Malcolm ya había aparecido en El reino caído, pero Ellie y Grant vuelven en ésta-. Y está Blue, la velocirraptor preferida de Owen. Y la T-Rex. Y…

Hay un personaje que los auténticos fans de Jurassic Park, con solo nombrarlo, deberían recordarlo.

Ya llegaremos a él.

Mencionábamos a Owen, quien ahora está junto a Claire (Bryce Dallas Howard) cuidando de que nadie descubra dónde está Maisie. ¿Quién? La chica que era la nieta/clonada de Benjamin Lockwood, el multimillonario de la segunda Jurassic World.

Por otro lado, como una empresa llamada BioSyn -una corporación de ingeniería genética, ¿no les suena?, que comanda el doctor Lewis Dodgson- ha modificado el ADN de unas langostas que devoran sólo las semillas que no son producidas por esa compañía, podemos estar ante una próxima hambruna descomunal.

Bueno, esto llega a oídos de la Doctora Ellie, quien decide llamar al doctor Grant para que le ayude. Como BioSyn tiene también un santuario de dinosaurios (¡!), hasta allí llegarán Ellie y Grant, que se cruzarán con otro conocido.

Jurassic World Dominio tiene como dos historias troncales, paralelas: la de Owen/Claire/Maisie y la de Ellie/Grant. Todos imaginamos que en algún momento, ambas se van a entrecruzar.

Colin Trevorrow, el director de la primera Jurassic World, vuelve a tomar las riendas como realizador, tras delegar en J.A. Bayona El reino caído. Pero a excepción de alguna secuencia de acción, lograda, porque se nota que hay mucha producción detrás, el asunto más que una fiesta o una montaña rusa como era la primera, se parece a un encuentro de egresados.

No todos están igual, no tienen el mismo dinamismo, y se cuentan las mismas cosas una y otra vez.

Hay mucho de nostalgia comprometida, que abarca ya a más de una generación -la primera película de Steven Spielberg estrenó en 1993-. Y hay, también, imágenes o micro escenas que son un calco, un guiño o un homenaje, cada uno lo verá como quiera, a otra de Jurassic Park. Como la de la Dra. Sattler tomándose los lentes cuando ve algo, como para dejar claro que está impresionada.

El costado argentino de Jurassic World Dominio se encuentra en que uno de los “nuevos” dinosaurios es el gigantosaurio, al que el doctor Grant dimensiona como “el carnívoro más grande que haya habitado el planeta”. Y bueno, el animalote habitó la Patagonia argentina, y se encontraron restos en 1993… El mismo año que Spielberg estrenaba su película basada en el best seller de Michael Crichton.

Lo del nombre que mencionábamos más arriba es el de Lewis Dodgson, ahora interpretado por Campbell Scott. Sí, el personaje aparecía en Jurassic Park. Pero no queremos spoilear nada, ni arruinar la mínima sorpresa a los fans contando de por qué Dodgson cambió de rostro.

Lo dejamos para otro día.