Invasión a la privacidad

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Mujer soltera busca?

Cuando entré a la sala para ver “The resident”, estaba convencido de que iba a ver una buena película. En general, me gusta Hilary Swank y valoro mucho sus trabajos, es una actriz premiada por la Academia y tiene el prestigio suficiente elegir qué roles tomar. Es por eso que salí un poco desconcertado de la proyección, creo que “Invasión a la privacidad” es de los peores productos en los que esta actriz participó. Si, ya sé, hizo comedias mediocres (no son su fuerte) pero en general el suspenso y el drama le sientan bien, así es que habrá que analizar que salió mal.

Detrás de las cámaras encontramos a un director relativamente novel, un finés llamado Antti Jokinen, quien junto a Robert Orr escribieron el guión de esta cinta. Este caballero nórdico viene de los videos musicales (trabajó para Nightwish, si mal no recuerdo), y también fue el responsable de la segunda unidad en la nueva versión de "The exorcist" (aquella que dirigió Renny Harlin en 2004). Pocos antecedentes buenos para dirigir a una actriz clase A. En su favor, digamos que por lo menos su casting tuvo un acierto: la elección del coprotagonista de la historia, Jeffrey Dean Morgan ("Watchmen", "The Losers" y la serie "Greg's anatomy") ya que los escasos momentos de tensión se lo debemos a su interpretación. Un poco rudimentaria, pero convincente al fin. Volviendo a Swank, es raro verla en esta cinta haciendo de mujer sexy. No da el “psique du rol” , por muchos camisones cortos y baños de espuma que se de en cámara. No es que sea una poco atractiva (es un toque fibrosa no?), pero se la ve forzada y en un registro que no la favorece.

Pero vayamos a la historia. Juliet (Swank) es una médica que acaba de separarse después de muchos años de convivencia con su pareja, Jack (el insipido Lee Pace). Recién llegada a la Gran Manzana, busca lugar donde alojarse ahora que está sola y con un presupuesto menor para afrontar sus gastos. Es solitaria y nueva en el hospital donde trabaja, pero rápidamente da con un apartamento muy económico en Brooklyn, con una maravillosa vista al puente, por módicos 380 dólares al mes. A mi me encantaría conocer a su agente inmobiliario! Dirige el lugar, el extraño Max (Morgan), un hombre de unos cuarenta y pico, bien parecido y laborioso que administra varios edificios de la zona. Enseguida pega onda con Juliet y comienzan a verse, aunque ella está bastante confundida con su separación y no está convencida de involucrarse afectivamente con otro hombre que no sea Jack.

La acción transcurrirá mayoritariamente en el edificio donde vive Juliet, dado que Jack desarrolla un afecto especial por ella que parece no tener límites en el ámbito en el que ámbos se mueven…

Mientras la cinta transcurría recordaba “Sliver”, aquella película de Sharon Stone de los 90 que justamente se tituló aquí como esta “The resident”. Comparten algo, sin dudas, torres o edificios con secretos y gente que los administra que tiene aficciones muy particulares. También me vino a la memoria "Pacific Heights", porque es muy similar el tratamiento...

El arranque de la película promete y la intriga está bien planteada en los primeros minutos, pero cuando el director decide poner una serie de flashbacks rápidos para explicar la historia, nos miramos desconcertados: no llegamos a la mitad de la historia y tira por la borda todo lo bueno en un giro poco feliz. Dilapida el suspenso creado hasta ese momento y rifa el destino de la cinta. Nos dice que pasa y devela el misterio (!!!) así que lo que sigue, se vuelve previsible, por muy bien filmado que esté y pierde interés hasta desdibujarse en un largo y aburrido final.

No hay mucho más por decir, Hilary se da el gusto de hacer tomas en poca ropa y fotografiarse su bella dentadura y… Listo. Esto ha sido todo.

“The resident” necesitaba, a gritos, varias vueltas de guión más. Tirón de orejas para los productores y para la propia Swank quien tiene que leer mejor antes de aceptar este tipo de papeles en otra oportunidad...