Inmortales

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Un relato conocido, teñido de espectacularidad visual

Nuevamente las sangrientas luchas que tuvieron por escenario la antigua Grecia son aquí el eje central de esta historia que, en 3D, adquiere la grandiosidad de sus escenarios y de sus batallas.

Aquí es el brutal y sangriento rey Hiperión quien, al frente de su ejército, declarará la guerra a la humanidad en su alocada búsqueda del arco Epiro, un arma legendaria creada por Ares, el dios de las más furiosas contiendas, cuyo hallazgo le permitirá liberar al resto de los malignos titones y vengarse de aquellos que, en su momento, provocaron su caída. De conformidad con las antiguas leyes, los dioses no son capaces de tomar partido en esa guerra entre Hiperión y la humanidad, y será el joven Teseo quien tratará de detener el inexorable avance del malévolo rey en su tarea por conquistar el mundo.

Teseo, que había jurado vengar a su madre muerta en uno de los ataques de ese sanguinario rey, pide consejo a una bella sacerdotisa que ante las perturbadoras visiones del futuro del joven, se convence de que sólo él podrá detener la terrible destrucción de la humanidad. Así, con su ayuda, Teseo y un pequeño grupo de hombres asumen sus destinos en una desesperada batalla por el futuro de aquellos que fueron los seres más castigados por Hiperión.

Como en la totalidad de estas tramas en las que el bien deberá luchar contra el mal en remotas épocas, Inmortales no presenta demasiados elementos originales, aunque el guión está aquí estructurado sobre la base de enormes escenografías y efectos especiales, sumado a las impecables escenas de guerra, más el entramado entre la lucha del malvado rey (un impecable Mickey Rourke) y de ese muchacho siempre dispuesto a ponerse el frente de esos improvisados soldados que lucharán con denuedo para que el mundo no se convierta en un caos.

El director Tarsem Singh supo mover con destreza las piezas de esta audaz aventura que mezcla traición, venganza y destino, y así el film no pierde interés a medida que los dos protagonistas se enfrentan en una lucha final que hablará de sacrificio y de férrea voluntad.

Los productores (los mismos de la recordada 300) no escatimaron dólares para reconstruir esos monumentales castillos y esas sombrías montañas, y así el relato va tomando consistencia apoyado por el esfuerzo de esa aventura que, en definitiva, va en busca de Teseo, ese héroe que nunca deja de luchar por la justicia y la libertad.

Henry Cavill y Freida Pinto completan con vigor la plana mayor del elenco de este relato que, sin duda, entretendrá sobre la base de su armónica concepción y de la brillantez de sus enormes escenarios.