Huellas

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Estrenada en conjunto con Boxing Club de Victor Cruz, y siendo ambas ya presentadas en la Segunda Semana del Documental Argentino en agosto de este año; Huellas plantea la resolución de un misterio, una encrucijada, pero no a la manera detectivesca, sino de un misterio familiar, encarado por la propia familia del director.
Cuando este año vimos Beirut-Buenos Aires-Beirut pudimos entrar en la vida de una mujer que indagaba a su familia para conocer el por qué su abuelo había decidido abandonar a su familia para regresar a su Beirut natal, iniciando una seguidilla de abandonos parentales en la tradición familiar. Algo similar sucede en Huellas, su director Miguel Colombo (tras su segundo documental luego de la co-dirección de Rastrojero) idealizó siempre a su abuelo Ludovico tras haber escuchado historias parciales sobre su vida.
Algo así como un Indiana Jones del Norte Argentino, Ludovico había llegado de Italia donde participó en la Segunda Guerra Mundial, y se instaló en nuestro Norte para inspeccionar las zonas más recónditas de la zona y vivir varias aventuras. Claro que la realidad es otra, y Miguel está a punto de descubrirla.
Comenzando a atar cabos, Colombo se pone frente a cámara para ir narrándole al espectador y a sí mismo lo que fue su verdadera historia familiar, que también irá descubriendo con el correr del metraje.
Son varios los miembros de su familia que se niegan a hablar de frente sobre Ludovico, entre ellos la madre del director, hija del “homenajeado”; y ahí está la riqueza, en tratar de descubrir algo que todos (o varios) parecieran querer enterrar.
Colombo utiliza todo tipo de recursos, sobre todo el uso del personalismo, la cámara más de una vez será su ojo, y cuando se ponga frente a ella será para despejar cualquier duda de que se está hablando de su historia. Pero este exceso de protagonismo, lejos de quitarle potencia, juega a favor del relato y sobre todo del resultado final.
Huellas no es un documental simple, tiene una suerte de estructura ficcional pese a que todo ,o que se cuente en ella no haya ninguna duda de que se trate de la pura verdad. Colombo intriga al espectador y lo adentra en su historia, capta el interés, hasta que caigamos en que, en definitiva, no estemos descubriendo más que una historia de vida.
Sí, Ludovico no fue un héroe aventurero, la realidad puede disgustar o no a su director y protagonista, que descubrirá a un hombre con varios claroscuros; pero en el espectador dejará el sabor de haber descubierto una historia entre tantas, con valores a destacar y otros para discutir.
Hermosamente filmada, la fuerza de las imágenes que el director capta muchas veces importa más de lo que se está diciendo; este es otro mérito más de un documental en donde lo personal, lo familiar y lo íntimo cobran otro significado, el del verdadero interés artístico.