Huellas y memoria de Jorge Prelorán

Crítica de Javier Luzi - CineramaPlus+

A descubrir

El filme permite acercarse a una filmografía que aún busca sus espectadores.

Jorge Prelorán es un nombre en nuestra cinematografía que apenas suena conocido. Sólo en determinados círculos se sabe de su importancia y su trabajo. Y sus películas definitivamente no son moneda corriente en el recuerdo ni en la cita. Documentalista capaz de crear un estilo propio, Prelorán trabajó arduamente para crear un corpus de filmes que aún está por descubrirse. Su acercamiento a “los objetos de estudio” en sus documentales etnobiográficos (así bautizó a sus ensayos fílmicos) lo llevó a subjetivar a sus personajes exaltando su persona, incorporando el paisaje y el contexto vital que los constituía y trasladándose él mismo a esa vida para no pasar por un observador externo que apenas muestra al mundo una historia pintoresca y al espectador la posibilidad de crear una buena conciencia.

En Huellas y memoria de Jorge Prelorán el director Fermín Rivera, tras una labor de más de 5 años de filmación, ofrece testimonios (siempre evitando el recurso de las cabezas parlantes, siguiendo el expreso pedido del homenajeado) que recuperan anécdotas mientras se van contando los viajes y los exilios, la docencia, los recuerdos, los pedazos de una vida y lo hace con profundo sentimiento y evidente cariño mientras empalma material de los documentales realizados por el protagonista.

Reconstruyendo lazos de generación, estirpes, cruces e influencias se traza un panorama de una parte de nuestro cine, el documental, de gran relevancia y poco conocimiento general.

Para alimentar el snobismo característico de los argentinos y aquello de que nadie es profeta en su tierra, se muestra ese tiempo de docencia en la Universidad de California y la nominación a un Oscar reforzando un reconocimiento que no necesita de blasones y medallas para sospechar su importancia.

La película entrega un Prelorán vivo y vívido (el director falleció víctima de un cáncer el año pasado) pero por sobre todas las cosas permite acercarse a una filmografía que aún busca sus espectadores.