Huellas y memoria de Jorge Prelorán

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

La vida de Jorge Prelorán, uno de los cineastas más admirados y estudiados de nuestro país, es reflejada en este trabajo de manera abarcativa y a la vez atrayente, utilizando algunos de los principios que el propio protagonista del film enuncia en esta película-homenaje. Este artista de la imagen testimonial, especializado en el género documental casi desde sus inicios, y fallecido recientemente, recibe aquí un acercamiento a su tarea, su pensamiento y forma de ser a través de esta oportuna y entrañable pieza de Fermín Rivera. Quizás su objetivo más importante haya sido reivindicar la trascendencia mundial que Jorge Prelorán y su prolífica filmografía han tenido y seguramente ese aspecto está más que cumplido. Rivera había ofrecido a través de Pepe Núñez, luthier, una singular mirada sobre un hombre anónimo y discapacitado que llevaba adelante su oficio contra todas las dificultades, documental elogiado precisamente por Prelorán, quien aceptó que este colega suyo se ocupara de su historia de vida tan particular. Rodado a lo largo de más de cuatro años en distintos escenarios, pasando por sus primeros y curiosos films argumentales en los Estados Unidos y llegando a obras que recorrieron de una manera única la geografía de un país, Huellas y memoria de Jorge Prelorán es un valioso tributo para conocedores y neófitos.