Historias breves 10

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Todos los años, sigo la entrega de "Historias breves" con mucho interés. Esas proyecciones en el Gaumont, a sala llena, con todos los directores jóvenes, productores y técnicos, amigos y familiares, le da un espíritu especial a una saga que ya transita por su décima edición y en la que encontramos, como siempre, un mix de buenas ideas con distinto nivel de producto final.
De las últimas 4, la octava fue la que más me gustó. Y si bien es una cuestión de preferencias (sí, mucho más cuando hay tantos directores en la misma cinta), debo decir que el nivel de la 10, es fluctuante para el espectador.
Hay algunas historias muy bien logradas ("Homúnculo" me encantó y espero el primer largo de Ezequiel Sambucetti pronto, "Diamante mandarín" de un director que ya tuvo su ópera prima, Juan Martín Hsu -"La Salada" y "Durazno" de Francisco Ríos Flores) y otras no tanto.
Hay que reconocer que, más allá de los desniveles lógicos de alguna propuesta, todas muestran la salud del cine argentino actual. Ideas novedosas, disruptivas y mucha energía puesta en juego para invitar al juego: quién de estos cineastas será el primero que llame la atención masiva del público?
Párrafo aparte para el cierre con "A una de esas noches", ácida y divertida noche de dos amigos quienes tienen la osadía de ir a bailar a una disco pasando la General Paz. Típica narración donde se suceden eventos inesperados y extraordinarios, es un adecuado y potente cierre, bien arriba, de una muestra más que interesante del talento de Germán Servidio, otro nombre a seguir con atención.
Son 7 historias ("El dorado de Ford", "Vendido", "El trabajo industrial", "Durazno", "Homúnculo", "Diamante mandarín" y "Una de esas noches") para descubrir que ofrecen un diverso marco de visiones complejo, desigual pero muy interesante. Siempre siento que "Historias breves" es una gran oportunidad para que el público experimente ver algo distinto al largometraje tradicional, con mucho color y variedad.
Se da una sola vez al año y no se porqué no termina de prender en la gran audiencia que peregrina por las salas del Espacio Incaa de Congreso. Ojalá esta vez vaya mucha gente, es la décima entrega de una franquicia local no?