Hermanos

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Regreso sin gloria

En 2004, la danesa Susanne Bier -una directora ya "adoptada" por Hollywood- rodó un drama psicológico sobre un militar de su país secuestrado por la guerrilla afgana tras la caída de un helicóptero durante una operación en esa región. Para sus superiores (y, por lo tanto, para sus familiares), él muere en acción, pero luego de sufrir un largo cautiverio y una experiencia límite (incluso desde lo moral), regresa al hogar, donde su díscolo hermano, la oveja negra de la familia recientemente salido de la cárce, había comenzado a entablar una relación cada vez más íntima con su esposa y sus dos hijas.

La misma historia -por momentos, casi toma por toma- es la que cuenta ahora el irlandés Jim Sheridan (En el nombre del padre, El boxeador) en esta remake hollywoodense. La tensión emocional (y erótica) es similar, la mirada desoladora sobre los efectos externos e internos de la guerra se mantiene, pero -sin embargo- el resultado de esta nueva versión es menos interesante: mientras Bier mostraba una gran ductilidad en la puesta en escena y los actores brillaban en toda su dimensión con personajes muy exigentes, aquí -a pesar de contar con un notable DF como Frederick Elmes (colaborador de David Lynch en sus primeros trabajos),- Sheridan propone una narración bastante elemental, por momentos cercana a la de un telefilm o un culebrón, mientras que ninguno de los tres protagonistas (Tobey Maguire, Jake Gyllenhaal ni Natalie Portman) resulta un gran hallazgo de casting. Es el ex Hombre Araña el que luce más perdido -sin el physic du rol apropiado- en el papel del militar que regresa a casa con bastante más pena que gloria. De todas maneras, se trata de un film atendible, con riesgos asumidos y no pocos hallazgos, dentro de una factoría como la hollywoodense que suele huir de los dramas adultos sobre las aventuras bélicas de las grandes potencias.